miércoles, 21 de diciembre de 2011

Sonrisa

Si la nada tiene sabor
y deja de ser una infamia sorpresiva y entrometida
si la nada ya no es la condena que te amenaza
es porque tu sonrisa es ahora una mueca insípida que simplemente me hace daño

Diferencia

Esta piel que te llama y te escupe no tiene otra excusa que su debilidad y torpeza, lo admito.

Pero tu ignorancia, tu soberbia, tu arrogancia y tu malicia  te tienen a vos de excusa; y en eso radica el detalle que nos diferencia tanto.

Confusión

No es ruido sino silencio lo que te aparta y opaca
no es amor sino olvido lo que te arrancó de mi nido
no es final sino páginas escritas las que te despiden
y sobre todo, no es beso sino sequía lo que te tengo para dar.

Siempre

Lloré una lágrima desafinada por culpa del desamor y callé tu nombre frío y distante; ajeno al mundo vivo que palpita en agonía.

Lloré una lágrima suicida que lamenta -y no- que no hayas sabido jamás quién soy, que hayas supuesto de dónde vengo, que hayas mentido descaradamente a esta mentirosa.

Yo lloré, pero finge vos la sonrisa de siempre; y volvé a tu vida de siempre, a tu ella de siempre, jugá el juego de siempre,  cerrá tu cárcel de siempre...

Nada

Borracha de dudas y de caminos
acabo esta lengua que te hace luna
y voy con la luna que te mengua

Tu vida y tu andar son calumnias de tu tango
y tu abrazo, que creí de amigo
es la  plegaria enemiga que suplica mi muerte

¡En vano es lamentarte como si alguna vez hubieses sido más que una nada con suerte!

Hambre

Desterrado del pan y del amor ¡¡lo mismo!!  Puesto que el hombre mediocre cree en el límite casi tangible entre cuerpo y espíritu; y así, en maquiavélica ignorancia, entierra la esencia con huesos en ceniza.

Ceguera

Mi ceguera no radicó en no verte, sino en no tener visión de vos

Ventana

Hasta que llegué a mi casa y tiré lo que quedaba de vos; fuese por una ventana o por un poro; y el pseudo argumento que te sostenía se derrumbó bajo mis pies.

Así fue que te dije no - adiós, y volví a no - besarte jamás.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Silencio

Cuando te hablo, te grito y empapo
y si me callo te mojo en mis besos
y es que aprendí a hacerte el amor desde la palabra
y ya sé gozarte desde mis silencios.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Batalla

Valió la pena el insulto de tu risa burlona; así como el vientre trémulo que me regalaste
las hojas secas de un otoño oculto a terceros; el secreto que guardan las puertas entreabiertas
pero era de tarde y había viento; y de aquello que fuimos y tuvimos
hoy somos y tenemos cada día menos

¿Qué han dicho los espías, testigos y cómplices del frío de abril?
¿Qué reja malintencionada me lleva a tu nombre?
¿Qué hambre maligno me hace desearte, llamarte y volverme hacia vos?

Infinito resumido en el tríptico de nosotros, yo y los otros
El mañana y el ayer carecen de ahora; pero el ahora carece de vida y sentido
Vos ganaste sin derrotarme; y es lo justo, por haber tratado al amor como a una simple batalla.

Poesía

El ser o no ser del mañana refuerza la duda implícita que se respira en el aire
los hombres que caminaban pedían poesía y los que se arrastraban; piernas
¿poesía? Yo me callo, me escondo, me acobardo

Hubo quienes lucharon y quienes permanecieron mudos (de voz y de acciones)
los primeros fueron olvidados y los últimos tuvieron podios y laureles
¿poesía? Así empezaron los hombres a ser bastardos, a ser crueles

La sangra seca devoraba todo su a paso; convirtiéndolo en piedra
Y migraron las alas libres a paraderos lejanos, desconocidos
¿poesía? No, porque se confundían inocentes con culpables

Ya no hubo presos, ni sangre, ni escondites, ni dolor
No se marcharon los hombres; aunque tampoco volvieron los que se habían ido
Ni regresaron tampoco nuestros muertos; mal enterrados y aún vestidos.

¿Poesía? Triste y adormecida, tiene nicho propio
Yo me callo,  me escondo, me acobardo

lunes, 10 de octubre de 2011

Manipulación

Los manipuladores no son el problema.  El problema es que siempre hay alguien dispuesto a ser manipulado.

domingo, 9 de octubre de 2011

Revolución

Hay quienes creen que la revolución consiste en ir a las calles, quemar neumáticos, saquear supermercados o tirar excremento a los vidrios de los bancos; pero no es así. Lo mencionado es sólo una manifestación física de la rabia y la indignación.

Debemos tener bien en claro - sobre todo en los tiempos que corren - que la revolución es un proceso mental; una guerrilla del espíritu (en tanto esencia del ser humano) una epifanía creativa que transforma la adversidad en perfecta armonía.

El ruido y la violencia quizá logren algo en una primera instancia - algo más allá de atraer la atención de los medios - pero no construyen.
Se construye desde la misma idea de cambio (que puede derivar sólo en acciones pacíficas); aunque haya sectores que se esfuercen en comunicar lo contrario.

sábado, 8 de octubre de 2011

La Pared

Dibujé una ventana en la pared y olvidé que era un dibujo. Días después, salté para el otro lado.

Hay gente más afortunada, gente que siempre ha tenido ventanas. Pero esas personas dibujan una pared, y olvidan que es sólo un  dibujo.

Cuando el Hombre no tiene nada que hacer, inventa límites.

Sueño

Del sentido y del amor, todo lo ignoraba. La luz caía en mi piel como el hecho al olvido, y temblaba cruda mi última oportunidad.

Los amigos me esperan, siempre me esperan. El amante me llama y me nombra.

¡Eran puentes y no muros los que se erguían frente a mí! Envestida en locura, crucé la última puerta y dije mi último adiós.

La muerte espera, siempre espera.

domingo, 11 de septiembre de 2011

sábado, 10 de septiembre de 2011

Tergiversación

No es el lobo más inteligente por agazaparse; sino nosotros más estúpidos por no saber ver.

martes, 6 de septiembre de 2011

Conversación I

- Vos querías amarme sin creer en el amor.
- Yo también tenía todo que perder.
- Pero vos querías amarme...
- Yo quería ser alguien y no lo logré

Tango

Sigo bailando tu tango.

Imperdonables

Decirte adiós a vos o a tu mundo no pesa ni hiere.  Tu boca que posa en mi copa no me seduce ni cautiva.

Pero que tu mirada me enmudezca (aún, sí, aún), que tu presencia me inquiete y agite; que tu ausencia me desgarre... eso no me lo perdono.

Que te llore como si de hecho hubiese un recuerdo, un día, un beso o un abrazo no me angustia; es pretender que debo dejarte ir cuando nunca estuviste lo que me amarga.

Desde que me percaté que ya no estabas, mi mundo es de hielo, mi mundo es pequeño, sin noches de juerga ni días de playa.

Pero que respires y rías esperando una palabra más u otro intento de mi parte; que gesticules rogando mantos de piedad a un enero sin verano... eso no te lo perdono.

lunes, 5 de septiembre de 2011

De finales

No me preocupa ni me duele que todo tenga final, que nada sea para siempre. En la finitud de todo reside, justamente, lo mejor de la vida.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Respeto

Pucho y café. Calor, tu calor. Tenés que entender de una buena vez que yo soy de esas oportunidades que hay que aprovechar; porque me aburro fácilmente y nunca me quedo. El aburrimiento es el pecado del siglo XXI.

No te preocupes, tampoco te pienso dejar (de la misma forma que vos no me dejarás a mí) He logrado vivir - a fuerza de líos y malentendidos - una vida sin abandonos, sin comienzos ni finales. Todas mis historias se entrelazan con otras, formando una sola historia que deriva - lógicamente - en eso que yo he dado a llamar "mi vida"

El café se enfría - siempre se enfría ¿verdad? Es como si siempre hablásemos demasiado, o como que si el mozo siempre llegase tarde y de mala gana. Pero como sabemos que es una situación que se repetirá varias veces en el futuro, tengo bajo la manga muchos temas para tocar cuando nos juntemos al fin, así, a la cara de verdad.

Otro pucho (es impresionante lo que fumo, sobre todo teniendo en cuenta que de hecho, yo no fumo) Te miro y desde este lado de la mesa sos más lindo y estás más lleno de cosas que siempre me han gustado. Has sabido cómo ser cinco estrellas, he de admitir.

Me enternece que te escondas tanto. Por ahora. De a momentos me molesta y a veces me entristece. No me siento responsable de lo que pudiste haber interpretado; eso es cosa tuya.  Y otro pucho ¡otro más!

De todas formas, es un mérito que logres mantenerme interesada. Incluso habiéndotelas arreglado para que te pierda el respeto, así, completamente.


Síntoma

Envidia. Es así como empezamos a morir. 

Mentiras

Te he mentido de la misma manera que le he mentido a todo el mundo, pero venga que eso no me hace una mentirosa. Has de entender que todas mis mentiras tienen algo de verdad.

Dolores

Para sentir tu dolor no necesito mirarte, me basta con observar tu sombra desdichada y lenta.  Pero no te pedí que sufrieras, sufrís porque querés.

Y tu nombre, tu nombre no tiene vocales y me hace derramar lágrimas sin ganas de llorar (la mayor parte del tiempo) ... aunque jamás me pediste que sufriera (sería tan fácil si fueses culpable de algo); supongo que yo también sufro porque quiero.


Foto familiar

Uno de estos días te vas a despertar (porque tarde o temprano, todo el mundo se despierta) y empapado en tu rutina te darás cuenta de que hay al menos cinco cosas que hubieses querido hacer y dejaste pasar de largo.  No hablo de aquello para lo que jamás tuviste siquiera una oportunidad; me refiero a situaciones reales que desperdiciaste, confiado en que la vida te es sumisa y siempre te responde con la cabeza baja.

A tu lado estará tu mujer - esposa, novia o concubina; en realidad nunca te importó - que te esperará al final de ese día con una cena improvisada, simple e insulsa. Aquí es importante que sepas que las mujeres cocinamos a nuestra imagen y semejanza; algo en lo que nunca reparaste realmente.

Pero ella siempre estuvo allí, bella. Internada en el gimnasio en tu honor. Asidua a la peluquería - sabe que la competencia es mucha (y digna) - te preguntará si no notás nada nuevo. Y vos dirás que sí, tragando fideos sin salsa, enmantecados en demasía, y habrás adivinado y ella sonreirá y harán el amor esa noche y jugarán a ser felices.
Pero como es de esperar (y ésto lo sabes vos mejor que yo) en cuestión de días te increpará porque no llegaste en hora; y cuando llegaste, llegaste sudando whisky, y te interrogará acerca de la morochita esa que trabaja con vos, o la pelirroja que miraste en el supermercado (la saludaste disimulando) o por esas llamadas que pretendes no escuchar a las diez de la noche.

Y no, claro que no serás feliz. Porque tus amantes no son una oportunidad en sí, son un escape. Oportunidad fueron aquellas que dejaste ir; aquellas a las que no te acercaste por miedo a enamorarte, aquellas que descartaste de forma cobarde y pacata.

Intentarás dejarla una y otra vez; pensarás seriamente en hacerlo al menos cada diez días pero ¿qué pasará después? ¿cómo se supone que un hombre recorre tanto mundo solo, así, sin culpas en la mochila, sin nada que simular, sin mentiras que nadie crea? ¡Es imposible! No hay hombre que pueda con eso, no a tu edad. Es así que decidirás quedarte ahí, con ella. En el peor de los casos a vos sólo te beneficia su falta de amor propio, es (y lo sabes) lo que la ha hecho arrastrarse por vos todos estos años.

Resignado, te quedas ahí. Afuera todo es desconocido, nuevo y seguramente, peligroso. Discutirán el sistema de calificación del colegio al que mandan a los chicos y luego dormirán, otra vez y nuevamente, para siempre.

Y así, moebius infinito. Pero vos sabés que hubo al menos cinco cosas que deseaste hacer y no hiciste, que puede que a tu edad ya sea demasiado tarde y que no llevaste la vida que querías llevar.

Y se te partirá el alma, sufrirás.  Pero nadie puede negarlo: quedan bellísimos en la foto familiar.

Los males

Estoy yo y el calentamiento global, la inseguridad, la imputabilidad, el hambre y la pobreza extrema.

Estamos todos: la corrupción, la contaminación, el analfabetismo, la mafia, las dictaduras y los abusos a los derechos humanos.

Está la ambición, la ignorancia y el fanatismo.

¿Futuro? En el futuro todos estamos muertos.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Semejanzas

Si dos cosas son semejantes a una tercera, y todas las cosas son semejantes entre sí... Si en realidad todo es así de predecible; entonces dejaré de mirar las estrellas. Y de pintarme las uñas de los pies.



Mercado

Lo cierto es que somos comerciales desde el momento  en que nos conocen más de cien personas. 

Como vos y yo

Yo, como vos, también tengo retazos de pasado que intento olvidar.

También hay un lugar al que evito ir y existe una persona, también para mí, a la que prefiero no mirar a los ojos.

Hubo alguien que me hizo sufrir y hay alguien que me provoca carcajadas.

Yo también tuve una razón para morir pero pensé en todas aquellas por las que valía la pena seguir viviendo.

También lloro en los momentos menos pensados, y sí, yo también hablo sola.

Y también me pasa que a veces no sé si soy feliz.

Pero yo, mi amigo, yo no soy cobarde.

Caras & Caretas

Como todos, yo también tengo un deseo inconfesable: quiero tener una cara, para ya no usar caretas

Un día

Decidimos ser pobres y tomar todo prestado, hasta el oxígeno. Nunca supimos cómo pagar o devolver nada. Ignoramos la propiedad y el consumo.  Nada nos cautivaba lo suficiente como para anhelar ser propietarios.

Sin pronombres posesivos, todos nos gastábamos los labios y la vida se nos iba en volutas eternas de palabras dulces, rosas y redondeadas.

Estábamos en todos los puntos cardinales, en cenit y nadir. Comíamos vida y escupíamos en la cara del dolor y el egoísmo.

Sucedió que un día te conocí. Un día me enamoré de ti. Y te quise mío. Quise ahogarte en mi corriente; esa que descubría mientras me perdía en tu pecho agitado.  Tu magia se clavó en mi vientre  y me abrí pura e ingenua.

Nosotros éramos buenas personas, pero un día yo me enamoré de ti.


Caminando

No se necesita ningún talento especial para ganar; es decir, ganar es relativamente fácil. Cualquiera puede estar en una situación grata y cómoda. 
La derrota, sin embargo, no es para cualquiera.  No todos al perder siguen caminando con gracia, elegancia y determinación. A la mayoría los encoge al punto de hacerlos caminar cojos y avergonzados.

Hola

Me está cansando decirte "hola" sólo para luego decirte "adiós". No es que evite la despedida, es que creo que ya no vales el saludo inicial.

Claridad

"El tiempo da claridad"


Me dijo una amiga que lo dije estando yo realmente borracha. No recuerdo haberlo dicho, pero definitivamente suena mío

viernes, 2 de septiembre de 2011

Olvidándolo al final

A veces uno toma decisiones, otras veces, las decisiones te ahorcan y te toman a vos.  Éstos son extractos de un proceso mental actual y real; el intento de olvido sin éxito, ni gloria, ni segunda oportunidad.

Hay algo en él que me cautiva y no me deja ir; y no estoy muy segura siquiera de querer irme. Lo cierto es que no me despego de ese primer viernes en el que noté que sus ojos promocionaban un espacio finito y circense, que patrocina todos sus movimientos y verbos y muecas.

Somos todavía como niños, y quizá sea más fácil de adultos; cuando uno tiene las cosas claras y distingue un sí de un no, una llamada del silencio o una partida de una llegada. 

No pude haber malinterpretado sus señales ¿o si? No sé hoy decir a ciencia cierta qué fue real y qué no; y si su aliento sólo forma parte de un anecdotario ridículo pues ya no quisiera hablar de nada, ni raptarme en la palabra injusta que me condena y me separa de mis ganas más obvias y evidentes.

Y acá lo tengo presente, en blanco y en negro y en todos los colores; en marquesinas y neones. Y no puedo evitar llorar. 

jueves, 1 de septiembre de 2011

Vespa

Quiero subirte a una Vespa y que recorramos juntos via Venetto, con tu Nikon D 300 y mis ganas echar raíces en tu pecho siempre vivo y punzante. Quiero. 

martes, 30 de agosto de 2011

Feliz

Que estuvieras en mi mente me hacía feliz... Olvidarte me desgarra en cuerpo y alma, y sin embargo,  es necesario.  Pero pocas veces - o nunca quizá- alguien, con sólo existir, me hizo tan feliz.

Ahora...

Ahora que ya no te quiero, te necesito como nunca te necesité (y bien sabemos ambos que jamás te necesité)

Ahora que ya no te quiero, mis labios se disparan resecos a tu memoria, a tus puntos débiles, a tu carne aún tibia de mí.

Ahora que ya no te quiero, te apareces sigiloso en mis sueños, ya sea con un beso o con un puñal.

Y no te quiero, ni te quiero volver a querer, porque me agota tu cuerpo apolíneo, me asquea tu mirada palpitante y me irrita tu verbo preciso y veraz.

No te quiero porque quererte es sonreír sin motivos ni razón; como una pobre idiota que es feliz más allá del mundo y su contexto

Decidí ya no quererte, si el mundo entero te promociona; siempre vos, siempre dolorosamente alejado de todo mal mortal

Ahora que ya no te quiero, te amo como nunca (y bien sabemos ambos que jamás te amé)

sábado, 27 de agosto de 2011

Objeto

Caminaste en el fuego de mis pestañas, que ardían en tu dirección; caminaste descalzo y desnudo, expuesto y viril.

Hoy tu cortedad te ahoga en el olvido y no se me antoja salvarte; y si he de confesarte algo, he de decirte que hasta me excita ver cómo te morís.

No quiero

Ya no quiero empezar de cero
ni morir de ganas a la orilla de tu boca
no quiero buscarte ni que me busques
a partir de hoy ya no quiero

Y no quiero ir a tu casa ni a tu oficina
sentarme en tu mesa y sonreírte
no me apetece acariciarte el alma
ni hoy ni mañana, ya no quiero

Mucho menos quiero hacerte el amor
gozarte, tenerte y dejarte ir
o abrirte la puerta de mi más cálido deseo
por tu culpa, ya no quiero

Y si por casualidad quisieras que yo quiera
volvé desnudo, lánguido y sincero
volvé envuelto de sed y sin armas
pero amarte tanto, ya no quiero



Despojado

Debe dolerte pasarme de largo, como a esas sombras con las que no jugamos. En la más absoluta infortuna, me sé privilegiada de jamás haber podido pronunciar tu nombre; vos, que hoy te  arrugas y descascaras como ayer fuiste robusto y todopoderoso.

Debe dolerte cada día intentar imaginar mi cama; mi voz y mis gemidos. Debe pegarte el alma disfrazarte de coraje para inventar cada día una excusa nueva que amamante esa rutina obsesiva de la que no podés salir.

Los momentos de ayer, reales o imaginarios, son sólo míos.  Pero lo que pudo haber sido, mi amigo, lo que pudo haber sido yace con vos en tu tumba, y en la innegable intriga que desde ahora de mí te despoja, para siempre; apartándote de mi almohada, de mi sexo y de mi boca.

Debe dolerte y lo sé, ha de ser desoladora tanta cobardía.

domingo, 21 de agosto de 2011

Torpes

Caía  a mi cama con el peso de una roca. Me molestaba su respiración; su existencia. Él jugaba a creer mis mentiras y yo (sin dudas, la más ingenua de los dos) seguía mintiendo a pesar de mí misma. No lo quería y sin embargo, no lo dejaba de querer. Vacío, promesas, simulacro. En algún momento, todo sería más de lo que en efecto era y eso nos consolaba a los dos.

Quise que funcionara. Y en ese baile de malabares e intentos se tejieron costumbres y amigos en común. Quise que funcionara y quise separarme sin pasar por la separación. De noche lloraba y de descubrirme, le regalaba una carcajada. La nada misma tenía más sentido que nosotros; perversos y en carne viva, que hablábamos de cine y de París.

En un cigarro, en una mueca y en una excusa yacía un adiós prematuro y virgen que él vio venir. Me preguntó por vos ¡le era tan importante saber si eran ciertos los rumores de vos, las intuiciones de vos! Te negué tantas veces - desubicada, falsa y frágil.

Insistí en volver sola, sin paraguas. No supe a dónde ir, no tuve en claro el camino. Cuando abrí tu puerta, ahí estabas: eterno, delicioso y bastardeado por una vida inmunda que te trajo a mi vera. Te hacías el dormido y fue esa noche misma cuando empecé a jugar que te creía.

domingo, 14 de agosto de 2011

Cepillo Dental


Cruzó mi cabeza: pensar que vos no sabés que usé tu cepillo dental a propósito, porque me re gustás y creo que es lo más cerca que estaré de tu boca. ¡¡Ni siquiera tenés idea que tuve acceso a tu cepillo dental, y pensándolo bien, ésto suena un tanto psicótico!!

jueves, 21 de julio de 2011

Pero

El pero que sucede a los elogios es una puñalada en el alma. Sin duda, el pero es el más cruel de los conectores.

Puntualidad

A fuerza de esperas me he dado cuenta que en realidad, la puntualidad es una pérdida de tiempo.

martes, 12 de julio de 2011

Día Del Padre, para mi papá y para todos los papás. Y todos los hijos.

Un día te despertás y resulta que podés moverte sola por el mundo. Podés tomar decisiones que afecten a toda una sociedad. 
Desde un Hotel en el extranjero llamás desesperada a tu casa para que te hagan un giro, porque "no sabés cómo" se te acabó la plata que llevabas - seguramente tomando todo ese alcohol que legalmente ya podés consumir. 

¿Qué pasó? Pasó que un día te despertaste siendo "grande", y ser "grande" está bueno. Sos independiente y no tenés por qué dar explicaciones: "sos grande y hacés lo que querés". Ya no sos aquella niña a la que tu viejo le enseñaba ajedrez. Atrás quedaron los años en los que tu padre te dio una Nikon y te enseñó a usar la luz natural para sacar fotos. Y los recuerdos de cómo andar en bici con una mano sola, florecen borrosos y en blanco y negro.

Te acordás de ese día en el que tu viejo te descubrió llorando por un compañerito que nunca te registró; te miró serio y te dijo "ningún hombre merece una lágrima tuya, ni siquiera yo el día que me muera".  Aparece también la memoria de aquel día de noviembre en el que tu papá entró sin aviso al atelier de un diseñador y te vio probándote tu vestido de Quince... y sonrió, y lloró, y te abrazó.
Quiebra tu mente  el instante en el que te la creíste tanto por ganar premios de Literatura que tu viejo, siempre tan sabio, te explicó que el arte debe trascender al artista, pues "es el Quijote lo que hace historia, no Cervantes".

Pero un día vino la parca, siempre puta, siempre inoportuna. Y deseás con todos tus órganos, huesos y poros que tu papá te vuelva a explicar qué momento de la partida es el mejor para hacer un enroque. Porque no, no sos tan independiente, y ser grande, por ahí, no está tan bueno.

¡¡MUY FELIZ DÍA DEL PADRE DE PARTE DE ALGUIEN QUE YA NO LO TIENE CONSIGO!!

Reír

Vos das órdenes, hablás, decís, callás, bajás, subís, vos das y pedís, llorás, amás y huís. Vos aprendés y enseñás, cantás y gritás. Vos corrés, vos caminás, ves y escuchás. Vos sos y vos te disfrazás,  guardás y gastás. Sobre todo, vos venís y vas.

Y yo mataría por verte reír. 

lunes, 11 de julio de 2011

Flor de Lis

Al principio se trataba de estar un poco más cerca de vos, de alcanzarte.
Bastaba con desplegar las alas y agitarlas lo suficiente.
Me tomó un tiempo ver que tu flor de lis me era ajena y resultaba un tanto lejana para mis sentidos.
Volví a mí, a mi centro, agotada y macilenta
Volví al silencio de las noches, a la sepia de mi otoño eterno
Volví a la psicodelia del rosa impuesto
A los diálogos reales, a los músicos en tablas de surf
Al sueño narcótico que provocan las hierbas y los hongos silvestres
Entonces tu flor de lis no me pareció atractiva ni seductora
Y vos, desde lejos, ya no sos león.

Confesión perturbadora.

No me estoy enamorando de vos, sino de mi padre.

domingo, 10 de julio de 2011

Foto de perfil.

Descubrirte de a poco me seduce. Es como si te inventara de a poquito cada segundo. Te cambio de color de ojos y juego con todas tus posibles reacciones ante un beso.  Es casi casi como tenerte pero sin la lasitud extrema de la explicación. 


Descubrir, descubrirte, es apostar a predecir tus todos y tus nadas, las palabras que decís a veces y que a veces me gustan, porque vienen de vos sólo para mí. Me contás tus historias y yo te canto una canción. Te abrazo y te arranco el frío mientras revelas la veta salvaje escondida dentro de tu paz. 


Entonces despierto, agitada y mojada de vos. Te busco y no estás.  Sos sólo una foto de perfil. 

sábado, 9 de julio de 2011

No sé

Me gustás así, con pancita, desprolijo, multiloco,  medio depresivo y parecido a un ex.  
Y te quiero besar. 
¿Tenés novia? No sé. En una de esas es una mina rubia, chupada y bien. 
O quizás no tenés novia y no la tengas jamás. Puede que termines casado con una prima. No sé.

Tu esquina

Me gustas desde tu verbo y hasta tus gafas - tengo toda la sensación de que no son reales, hay mucho en vos meramente ornamental.
Quizá no sepa quién sos y es cierto que mucho de lo que especule morirá ahí, en esa esquina decorada en exceso. Lo mejor para ambos - lo sabemos - es que ni siquiera nos va a importar. Pero si nos importa, será maravilloso.

Gafas

Sos, quizá, tal vez, una posibilidad en un futuro cercano y flúor
Sos Arte y gloria de Vida, ganas de besos y abrazos, de mezcolanza 
De ser una y con vos, ser dos
Un jugo de naranja, un dibujo en la pared
Me das ganas de subir la escalera y mirar por la lupa
Y sos, y vos, y todo eso... y yo acá callada que no me atrevo a decir palabra.

Tanto

¡Tanto que digo que hablo de amor y no sé contarte lo que siento!
Y te miro tanto esperando que me descifres, que me adivines
Tanto te tengo cerca que desperdicio tu presencia nerviosa
que me descoloca y trasiega tanto
Y vos, exento de sensaciones, te extiendes para estremecerme tanto
para darme tanta baratija y tanto oropel
Entonces me doy cuenta que no vales la pena, llego hasta la colilla, tiro el pucho y me voy.

viernes, 8 de julio de 2011

Parafernalia

Hay gotas de vida en la frigidez de tu sombra extraña.  Tu luz yace en mi cama mientras tu cuerpo, rebelde, va y viene desde todos los lados del mundo.

Expresivo y en tintas fuertes caes desde otro tiempo: el tiempo de las sonrisas infinitas y el reloj que atrasa.

Ahí, perfecto, miras a la cámara. Gesticulas y posas. Flash. Me gustás.

Casi

Hoy estuve a punto de besarte. Pero no.  Me pareció un poco mucho.

Garabatos

Yo acá me llevo los papeles del domingo; los garabatos sin terminar. La ternura de tu mirada sigue siendo infinita, se perpetua trémula en mi centro ocular.  Te respiro un poco y enloquezco.

En tu ausencia, el naranja, el verde y el celeste palpitan hacia mí confundidos en un sólo color amargo y frío.

Aún hay belleza entre los momentos discontinuados, entre todos los puntos del tiempo que se esfuman en espiral de mi memoria.

Te extraño y mi burbuja se vuelve inhóspita y gélida.  Mis labios se secan, mis uñas se encarnan. Tu nombre es punzante y me clava un puñal entre las vértebras.

Yo, moribunda y débil, te regalo el mundo a través una lágrima.

jueves, 7 de julio de 2011

Por la calle

Hoy tuve un rato libre y salí a caminar.  Pensé en lo hecho y en lo que está aun sin hacer. No lo sabía - o sí - pero te busqué en todos lados. Te busqué tanto que me pareció verte. Te vi en los niños y en los rostros más decrépitos. 


Probé suerte de besos y morí en la ruleta rusa de tus manos. Bebí de tu agua y te mastiqué con las pestañas.


En fin, el reloj me pisaba los talones. Apuré el paso y tropecé con tu risa. Eso provocó que me cayese en tu carcajada; pero tu sombra, siempre tan atenta, me dio una mano y me incorporé.


Tal vez los rumores sean verdaderos; esos que aseguran que siento algo por vos. Eso dicen, yo no lo creo.  Pero lo cierto es que hoy salí a buscarte, me enterré en el asfalto por vos y no lo supe.


El neón del centro se burla de mi manía negada de vos.


¡Qué manera de pasar frío al pedo!

Nada

Y te despertaste. Y era de día, o era de noche. Era. No había nada. Prendiste la luz casi que apagándola. Dijiste mi nombre. Ya no estaba, ya no estabas.

Tu contorno se desfigura entre mis poros; los de hoy y los de entonces: nosotros y aquellos, todos uno. Un ser en un momento. Fue sin ganas; el semi entusiasmo te queda bien. No supiste qué decir. Me hiciste el amor y no sentí nada.

Hoy volvés despreocupado, alejado de todo, hasta de vos. Arrancado de tu glam mundo dandee. Hoy sos un dibujo, una foto, un plasma.

Yo sigo acá, mirándote. Queriendo transmitirte algo en un terrón de azúcar, o en pañuelo, o en algodón.  Pero sigo así; así de vos: vacía.  No siento nada.                                          

miércoles, 6 de julio de 2011

Alas

Alas de noche en retazos de cielo
colgados de la pureza y de la luna
quien tenga tus manos posee mi deseo
mis ganas de darme, de abrirme y quizá de volar

Y el que afortunado te arranque los ojos
será mi enemigo, mi asesino a conciencia
y aquella que desgaste tus labios en puerta del beso
que arda en llamas, que se consuma viva, que implote putrefacta

Alas de brisa bajo tu cuidado eterno
bendito y húmedo momento en el que te hice mío
bajando tus colores a mis hojas, tus verdes a mis azules
momento infinito de coordenadas confusas que palpitan a la distancia tu sexo


Alas de agua multiformateadas
profunda mirada que penetra mi espacio espeso
no me conformo con este destino posesivo que mata impune
mi cama grita tu nombre, mi venus se desgarra hacia vos.

Argumentos

Porque escucho voces
porque sopla el viento
porque hoy no estoy y vos sí
porque ya no estarás cuando vuelva
porque tal vez estemos los dos
porque preferiría un jazz o un tango

o quizás no, o tal vez, demasiado.

¡Y me parte el alma!

domingo, 26 de junio de 2011

De noche

Los hijos se tienen, las ideas se paren
los niños del puerto no tienen paraguas
la dama de rojo se embriaga de malva
¿quién quiere ser sueño y vivir de una almohada?

Caballos de noche, la Luna se calla
secreto contado, cuchillo en la espalda
quien tenga colores, pinceles reparta
quien sepa de todo, se guarde la nada

Sonrisas que vuelan, rutina y mañana
domingos de noche, cristales de ganas
amigos, lujuria y un poco de grapa
¡qué suerte la mía, de ausencia en mi cama!

Möbius

En ese mundo desvirtuado en el que ella vive, llora
sin ventanas ni espejos
ella va y vuelve, del olvido al recuerdo
sin saber si es sábado o lunes
porque muere un poco cada día
ella da gracia y da pena

Ella llora pero la gente sólo ve sus sonrisas
y escucha sus carcajadas, lo que no existe
sus palabras ya no tienen lucidez ni historia
y no hay nada en sus manos, eterno Möbius
para sus tripas no hay vida propia o alternativa
pero en algún momento fue feliz o se miente haberlo sido

Ella se muere hoy de vuelta cerca de las escaleras
a punto de escapar nuevamente, como siempre
para caer luego en el mismo útero maldito que la contuvo
desde el que sale una roca que la tortura
y en secreto sabe que no ha sido feliz
encaprichada voluta del tiempo, hoy decide morir.

Domingo

Despojada y abierta me rindo de vos
no era necesario un atardecer, ni tiempo, ni una condición
todo termina como supe que iría a terminar
y yo te miro, y yo...

Te besé, me besaste y sólo bastó un día
mal día para un adiós
todo termina porque todo se termina
y yo te extraño, y vos...

Fingí que nada sucedía bajo tu mirada infinita
tu boca siempre ha sido tuya
aunque rogué porque fuese mía
y yo te deseo, y yo...

Ayer cayó la primera y última lágrima que sostenía tu nombre
tu nombre inoportuno que comienza cuando termina el mío
y de repente no quiero verte más, no sin poder amarte
porque yo te amo, y vos...

martes, 21 de junio de 2011

Estertor Erótico.

De que atravesé esta tormenta antes no caben dudas
suena en el silencio del olvido tu mirada vacía
no quiero decirte nada y no es que ya lo sepas todo
sólo quiero un minuto en tu cuerpo, en tu ombligo

Vale aclarar que las ausencias de tus huellas digitales no se sienten
pero en este cofre de recuerdos y proyectos seguís vos
tal vez nunca fui realista y los besos escondidos no existieron
pero si se es frágil la ovación y el delirio lanzan llamas

Puede que te diga más de una mentira esta noche
y lo cierto es que nunca sabrás mi cuota de la verdad
cuando caminaste por la puerta dejaste tus ecos emocionales
tu incapacidad de sentir la vida sin gritos, ni copas y excesos


Ahora que estás muerto en mi materia gris, te veo mejor
las palabras amarradas a tus huesos no figuran en mi diccionario
y aún así, en tu estertor erótico de poeta
quiero confesarte que quise y que pudo haber sido maravilloso.

lunes, 20 de junio de 2011

Las recetas de la abuela

Dentro de este tiempo que me atrapa
las recetas de la abuela no me salen (nunca quise creer en nada)
y en invierno la madera siempre es leña
en tus labios todo es beso y hasta el verbo que se te escapa suena agudo y lejano
como los pasos del viento en las dunas y de aquello que te mata

Nacen flores y colores de tus ojos
sos un viudo de la tierra, huérfano de la miseria, caricia esfumada
hoy te tengo y te pretendo como si fueses el primero
el más rudo o el más tierno, el macho de la manada
caen gotas de tus ojos y no siento más que ganas de reír.

Dentro de este cuento que te cuenta
hay mentiras y secretos, una primicia y un momento que te alcanza
soy poesía y soy revancha de tu cuerpo que me excita
de tu boca que me viaja sin permiso ni pudor
ya te fuiste y ya me voy, ya no sos nada

Las recetas de la abuela no me salen...

Canción.

Ya la luna me contó tus secretos y  ha develado tus notas un trovador
esa noche que creíste locura era sólo una excusa para decir adiós
hoy sin viento, ni playas ni estrellas me llamas, me dejas, me pedís perdón
pero aquello que el sol nos trajo lo lleva en su labios un pobre ladrón

Yo creía y quería quererte, tal vez yo te quise y jamás lo admití
hoy que quiero perderme en tus brazos y tratarte de hermano no sé lo que fui
y este día, tan lejos de todos, del juego y del vino, del sexo y del pan
hoy te pido que seamos amigos, yo no me despido si te hago llorar

Yo te miro, te toco y me pierdo, yo sé lo que fuiste y sé lo que sos
vos quisiste pintarme la cara sentado en tu trono, tocando el tambor
sos mi risa, mi sangre y mi musa, mi niño inseguro, mi hermano mayor
hoy te adoro tal vez más que nunca, por eso ya no quiero acostarme con vos.




(¿Quién se anima a ponerle música a las letras de esta poeta rabiosa?)

lunes, 13 de junio de 2011

Episodio

A veces me pregunto qué será de aquello que dejé en tu casa
por tus pasillos y en la escalera, en las macetas y en la azotea
sé que hubo un cepillo dental y una remera vieja
y tal vez dos amantes equivocados en el freezer de la heladera

Yo te vestí y te desnudé compulsivamente 
armaba el muñeco y tomaba un taxi sin que lo notaras
vos te despertabas solo, en una cama fría
y me odiabas y me amabas un poco más

Hoy aún me reclamas pero de vos no me llega nada
ni tus ojos ni tus palabras ni tu genio
me contaste que ahora está todo naranja
y que tal vez debería ir a verlo.

Pero pasaron los años, o días, o meses
no comprendo aún el paso del tiempo
dejé sobre tu mesa mi nombre y el tuyo
ya no quiero prepararte el desayuno
ni bañarte, ni curarte, ni besar tus cicatrices

Te quise durante un período interminable
y hoy ya no te imagino completo
destruido, recostado en una cama que sigue fría
tan desnudo e inoportuno
vos allá, sustancia de las noches que no perdonan
y yo libre del episodio que te momifica y  que te nombra.

Mojada

Desde todas partes tu cuerpo de hombre me llega y me penetra
En las partículas del todo estás ahí
Y hoy no, pero tal vez ayer y seguramente mañana
Volverás a ser roca incrustada en mi vientre
Vos y solamente vos
Tu semen me llena y me satisface de mil maneras
Detesto tener que limpiarme luego, limpiarme de vos
Para morir acá, lejos y fría, y sobre todo, seca

domingo, 12 de junio de 2011

De niños

Nunca compartí mucho eso de que los ancianos son más sabios. En lo personal, creo que son los niños nuestros eternos modelos a seguir. Ellos sí saben vivir, sí saben disfrutar. 

De adultos, perdemos nuestra capacidad de asombro y menospreciamos lo simple. Nos asquea el chiste fácil, nuestro comportamiento se torna protocolar y adaptado, adquirimos los sentidos de la vergüenza y la obligación hasta convertirnos en esta cosa políticamente correcta y extremadamente aburrida.

Cambiamos el miedo al cuco por el miedo a la inseguridad, a la inflación, a no llegar a fin de mes, al compromiso, al SIDA, a los hijos no deseados, a la posible inestabilidad política, a que me descubran una infidelidad, a que me sean infiel, a la guerra, al terrorismo, a las enfermedades, al 2012. 

Los niños comen lo que quieren, nos les importa estar gordos, o flacos, o tener caries.  
Los niños dibujan aunque no sean particularmente buenos, porque no logran concebir esa mierda que es el exitismo. 

Los niños son tan sanos que desobedecen a rajatabla. Crecemos y aprendemos a callarnos y bajar la cabeza. 

Cuando éramos niños, al pelearnos con alguien no lo invitábamos a nuestro cumpleaños. Le dejábamos de hablar. No nos sentábamos a su lado en clase.  Pero ahora somos grandes, y como buenos grandes, somos hipócritas. Nos ha sentado de maravilla eso de sonreír mientras escondemos el serrucho.

Cambiamos al Ratón Pérez por un dios mala onda que sólo promete castigos si tenemos el tupé de poner su existencia en tela de juicio.

Nos daban caramelos y era la gloria. Pero ahora somos grandes, no tranzamos por menos de un Blackberry, y lo dulce ha perdido la magia. La magia, por su parte, ha perdido lo dulce.

Aquí estoy yo, en este abismo absurdo rodeada de adultos. Ellos creen que "tomarse la vida en serio" es sinónimo de amargura. Ellos usan el término "infantil" como un insulto. Ellos no se animan a soñar ni a cantar solos por la calle. Ellos prefieren el prejuicio a la sorpresa. Ellos creen que ser responsables es preocuparse por problemas que no tienen solución. Ellos, los adultos, esconden sus "líneas de expresión" con cremas y botox.  Supongo que no quieren reflejar que hace mucho dejaron de expresar.

Yo envejezco, pero no crezco. Y me gusta que sea así, porque nunca oí de niños suicidas. Pero en el fondo, sé que soy una de ellos. Y pocas cosas me entristecen tanto.

Adoquines

Así, de golpe, rapidito, veo que entre vos y yo hay un hilo que no puedo cortar.  Te veo en mí y en todas partes, en las paredes, en lo que se estira y en lo que se mueve.

Yo te amo o no. Somos amigos o no. Cómplice de tus andanzas, quiero andar tus caminos; esos que te pesan y te duelen, y los que te enorgullecen. Los adoquines de la gloria que te constituye. Bajo tu techo, tu brillo será mío también. Y así podré respirarte un poco más.

Te miro y tiemblo. Río y me sonrojo. Juntos, en ese instante, somos felices. Pero en tu sonrisa quebrada, puedo sufrir tus heridas.  Y sufriendo tu dolor, sé que te sentís un poquito más liviano. Por eso si estoy cerca te movés más rápido.

¡Es increíble que nos demos las manos y el mundo siga girando!

Y sin querer, sin querernos, a cada rato nos estamos amando.

jueves, 9 de junio de 2011

Los ojos de ellos

Me estoy viendo en los ojos de ellos. Ellos, los que caminan lento, los que huelen mal, los zaparrastrosos. Me veo en los ojos de aquellos que ya no ven.

Imagino su abrazo, sus historias, los deseos que dejaron en y por estas calles. Imagino el tono de su voz. Quiero ser su manta, su abrazo, su techo, su pan.

Y acá soy yo simplemente, yo la que nada hace. Yo la que sigue de largo. Yo la que tira monedas. Yo la que llego a mi casa, yo la que saco de la comida de la heladera, yo la que le doy un golpe de microondas, yo la que tiro las sobras.

Acá soy yo en esta noche fría. La leña arde en la estufa y están prendidas las luces de la cocina, el comedor y la sala.

Yo acá soy yo y el mundo me pesa. Me veo en el espejo y me veo en los ojos de ellos. Y me lloran los ojos de ellos.

4.3.4

Te quise porque eras libre
corrompiendo cuerpo, burlándote de la materia
y cayó en tu alma la mugre ajena
de quienes se dicen amantes tuyas

Mojó tu semen las páginas de aquel libro
y de rodillas jugaste al amor
tarareando un tango sin musa ni notas


Hoy ya sos un ente abstracto y pálido
desgastado hasta los huesos, seco hasta los labios
y yo, ingenua que tanto te quise
y que te quise porque eras libre.

Alma souvenir

Mi alma si toca la tuya se desvanece de placer
te acaricia y te agita, te masturba

Mi alma se refleja en la tuya en tanto carne viva, roja y trémula,
cuando el sexo desenfrenado de los amantes rompe los mitos de la fantasía y la ficción

Y mi alma corrompe la tuya, te seduce y engaña
te grita, te escupe y te ama

¡Alma libre que viaja por los pasillos del deseo!
Souvenir de la infamia bendita que en tu mirada se oculta

De mi alma a la tuya hay un punto exacto que es fin y comienzo
y muere de ganas, y mata por besos.

Frutas y verduras.

Llevo veinte años desempeñándome como una exitosa caradura profesional. La niñez no cuenta (casi nunca cuenta). Mamá esperaba -y aún espera, creo yo -que fuera de esas mujeres que usan trajecitos y tratan a los desconocidos de "usted".  De esas que toman té y comen masitas secas. Tampoco entiende porqué escribo "taaaaaaaaanto".

Y la verdad es que no quiero hablar de mi madre, no era la intención. Como tampoco quiero hablar de la posibilidad potencial, en tanto mujer, de cambiar pañales. Soy mujer (muy mujer muy) más allá de la maternidad, de los tacos, del gloss y de mi útero. ¿Quieren que diga "concha"? Digo "concha": soy mujer más allá de mi concha. Quizá ésto no se entiende en una primera instancia, pero es un concepto muy profundo. Otro concepto profundo son los caleidoscopios: suelo regalar caleidoscopios a las personas que deben buscar respuestas dentro de sí. Caso contrario, regalo libros.

Cuando se me acusa de escribir "self centred poetry", me siento elogiada. Acá, dentro de mí, las cosas son diferentes a como son allá afuera. Acá en mí hay colores y música y plantas alucinógenas. Tengo dos amigos imaginarios que ofician de mentores todo el tiempo: Kalani, un instructor de surf hawaiano y un hamster experto en artes marciales que siente por mí un amor platónico que se niega a admitir. Es marrón y usa una bandana verde (a no juzgar, si hay gente que cree en dios ¿por qué no puedo tener yo amigos imaginarios?)

Sostengo que mi gato es sexy, pero no quiero hablar  mucho del tema pues dirán que padezco una zoofilia severa.

Me relaciono particularmente con hombres, y no voy a argumentar porque se me acusará falsamente de misoginia. De acá se dispara lo obvio y si atás cabos, todo tiene que ver con todo: quizás mi madre sí tenga algo que ver con ésto. Mi viejo era un grande pero ahora está dos metros bajo tierra. Seguro que la está gozando. O se hizo el muerto y se fue a Jamaica. O a Las Vegas.

Iba a hablar de mi vida sexual pero me pareció inadecuado. Creo que estoy viva y es absolutamente necesario hacer algo al respecto. Ta vez sea un poco hedonista, ese sayo sí me cabe. No mucha gente, ahora que lo menciono, sabe lo que es un sayo. Ni mucha gente sabe lo que es un cogollo.

A veces creo que jamás me he enamorado, pero luego me doy cuenta que mi tema es exactamente el opuesto: me enamoro de todas las personas, de todos los lugares y de todos los objetos muy fácilmente.  Y los amo, los amo locamente por un montón de tiempo - en términos de la vida, es menester recordar que dos minutos pueden ser mucho tiempo.

Me llevo muy bien con los extraños; en general son personas muy interesantes y novedosas. Soy definitivamente una filántropa, y aunque de más está decir que la Humanidad hace cuanto puede para decepcionarme; amo a mi especie, nociva como pueda resultar para las otras.

Recientemente quedé atrapada dentro de un espíritu que, a pesar de creerse rebelde, es subyugado por un alter ego represor, autoritario y amante de la rutina y la vieja escuela. Más allá de eso, no quiero salir de su alma; mis manos se disparan hacia su ser (indómitas ellas) porque necesitan sentirlo cerca.  Me quiero quedar ahí, con él y en él; porque tal como yo tiene muchas aristas, sabores y jugos.

Él y yo somos frutas y verduras.

martes, 7 de junio de 2011

Mi gran blanco

El oxígeno mismo me asfixiaba. Desde allí, desde donde yo estaba, te veía claramente, nítidamente. Miré tus pies y la maravillosa proporción armónica entre tus hombros y tu cintura. Te veía así, perfecto, como siempre fuiste - probablemente goces de un año o dos (máximo) de sublime y exquisita perfección.  
Me aburrí y salí a fumar un pucho.

No me pareció indicio de nada en ese momento. Pedí fuego. Pensé en vos, en cómo y cuánto te había soñado, en ese deseo que sólo vos me transmitís, en tu aura, en tu divinidad laica  - o pagana - en tu paso, en tu voz, en tu ritmo, en tus sonidos. Y así, de pensamiento en pensamiento, reposaron mis ojos en un cenicero desprolijo (aún afuera) 
Vi el canto rodado. Muchas veces he pirado que en mi casa ideal debe haber una fuente rodeada de canto rodado.  

Reparé luego en la gente, esa gente que siempre viste colores pastel o marrón o gris o negro. Y quise rojo, quise naranja, quise fucsia, quise flúor.  Esa gente que se llama "María", o "Juan", o "Valeria", o "José", o "Natalia". Me fui entonces con posibles hijos futuros, y los llamé Dafne, Stefano y Filippa. A Filippa, por ejemplo, todos le diremos "Pippa" y seguramente sea mi descendencia con más carácter.  Sería una verdadera cagada que tenga dos varones porque no tengo otro nombre en mente. "Luca" había sido siempre una opción pero hace unos años ya que está de moda, y mis hijos no serán ni representarán algo tan efímero como la moda. 

Volví a la gente ¿será por eso que viste en colores pastel o marrón o gris o negro? ¿porque no están de moda? ¿o no están de moda porque la gente no los viste? 

A lo lejos, el mar. Recordé entonces a Kalani, mi instructor de surf hawaiano imaginario. Sus palabras siempre han sido sabias, oportunas, precisas.  Cuando uno se acopla a la ola, y es uno con ella, debe seguir siéndolo sobre todo si aparece un gran blanco.  El tema es así: según Kalani (mi instructor de surf hawaiano imaginario) si el tiburón quiere comerte, pues venga que lo hará de todas formas. Si uno intenta nadar en estado de shock, sólo causará un bullicio que atraerá al gran blanco; acelerando así el proceso. 

Pedí un café. El tráfico se ve entorpecido con el extraño funcionamiento de los semáforos.  Desde acá, desde donde estoy, desde donde te veo sólo si tuerzo mi torso hacia la izquierda, el tráfico no se embotella, sino que hace movimientos de cha cha cha, y las bocinas son Bach y el smog es Chanel Nro 5.
Acá, en este lugar donde estoy ahora mismo, murió una vez un arco iris que nacía en el Teatro Solís. Nunca he podido sacarle buenas fotos al arco iris. Ni a la Luna. Y estoy segura que eso significa algo.

Apuré el café, que ya estaba tibio y apuré con él mis ganas en el sorbo infinito del placer. Algo moría en ese momento y no sabía qué. Si caminaba uno o dos o tres pasos a mi izquierda, quizás te podía ver.  Aun te hubiese podido ver así, tan inmaculado, tan omnipotente. Quise decir tu nombre, pero me dio asco.  Ni hablar de tu apellido.  
Poco a poco muchas cosas me fueron claras, epifanías amorosas montevideanas: Pippa no podía ser tu hija. A Filippa no le sentaría bien tu apellido, que, oh, cruzó mi mente una vez más y me era evidente. Ya no serías el padre de Pippa, y eso cambió muchas cosas en algún lugar de mí. 

Ahí estaba, en medio de la nada sin pucho ni café ni padre para Pippa. Me viste. Me miraste. Me sonreíste. Tus mandíbulas abiertas venían hacia mí. Y me quedé quieta, me acoplé de inmediato a la ola. Porque en estado de shock, no es aconsejable causar un bullicio.

Adiós

Quiero no dejar de quererte
hoy te vas, ya te fuiste
siempre erguido y con paso firme
ya estás lejos, donde yo no llego
y donde está bien que no pueda llegar.

Quisiera no dejar de quererte
me es imperioso recorrerte una vez más
recorrerte como jamás te he recorrido
como si fueses hoy, por simple capricho
lo que ya no fuiste ni nunca has sido.

Quiero no dejar de quererte
quiero no tener que dejarte
se va con vos otro sueño de lo posible en potencia
de lo potencialmente amado
y será un lujo algún día volver a amarte.

Quisiera no dejar de quererte
mantenerme en vos y en tu boca mis labios
porque allí donde colapsa el deseo acumulado
será donde yo me despida
aunque tus besos llegarán después.

sábado, 4 de junio de 2011

Asociaciones.

No sé qué pesa ni sé qué duele. Las noches de fiesta dejan racimos de resaca sobre mi mesa de luz. El exceso de trabajo no se refleja en mi economía, pero el dinero es a la vida como el humo al rocío.

Hierve el agua para un antigripal, un té y un café. Los fines de semana son escaparates dentro de un caleidoscopio kafkiano, una nítida nube de hechos que nadie puede reconstruir, porque la nostalgia es a la memoria como el fondo al vacío.

Mis ojos se llenan de nombres y de lugares, de sustancias y fluidos. El sentir existencialista se desvanece entre mis dedos como arena; y tu boca es a la mía como el hambre al día festivo.

Aquellos niños (los que fuimos) aún se tropiezan por no atarse los cordones. Crecimos. Estudiamos. Trabajamos. Nos juntamos haciendo pares. Dentro de todo, hicimos las cosas bien. Tuvimos hijos. O quisimos tenerlos. O abortamos. O usamos condones. O tomamos anticonceptivos. Creí en el amor e hice poesía. Creí en el deseo e hice poesía. Dejé de creer y escribo una prosa pesimista y lúgubre; pero estoy segura de ser mejor que las tres hermanas Brönte sumadas.

Elegí una habitación sin ventanas. Dije que el "afuera" dependería sólo de mi mente y lo sostengo. No hay imágenes dadas, prestadas, descritas. Todo lo que no es inmediato me necesita para ser; y entre palabra y palabra el té se enfría.

¿Qué es el miedo? No sé, no lo siento. Pero debe ser sólo una sensación; como lo son los posavasos o los pañuelos descartables. La Luna es al amor como tus ojos a mi hoja en blanco.

Aprendimos a compartir. Aprendimos que ser egoístas, de vez en cuando, no es un defecto. Aprendimos a amarnos y a auto - flagelarnos. Aprendimos ciencias y letras, y nos olvidamos de lo aprendido con el primer orgasmo.

Mucho Punta del Este, mucho verano. Muchas hormonas y mucha sangre. Hoy, los buenos amigos, siguen siendo los amigos de antes. Hemos sido coherentes: supimos perdonarnos y entendernos. Memorizamos las tablas y el abecedario y no fue en vano. Las caricias son al Hombre como el fuego al tiempo perdido.

Tus hijos son también mis hijos y los hijos de la Tierra. El Universo es a tu piel como el brillo es al espíritu.  Tus hijos son también mis hijos porque de alguna manera, yo también los he parido.  Y he parido, si se quiere, a todos los habitantes del mundo. Las flores, los árboles, la fauna y el océano son mis hijos.

Dios se fue por la puerta trasera y dejó de existir. Elegí una habitación sin ventanas para poder creer en dios y dios es al Hombre como el cigarro al cáncer de pulmón.

El fuego se consumió. Los sabios recitan libros. La publicidad es a las ideas como los caballos a mi burbuja onírica. Morfeo extiende sus brazos, me espera y me agita. Me ama como amé en su momento a todos los hombres por los que jamás sentí nada.  Y la vista es a la memoria como el orgullo al olvido.

Mueren, hoy mueren. Yo dibujo a una libertad indecisa y manipuladora, títere de otrora.

Y tu amor es a mi pecho como tu persona a mi poesía.

viernes, 3 de junio de 2011

Malo en la maleza

Ríes, y porque ríes creo tener frente a mí al más bello de los seres
Vives, y con tu paso vas dejando por el mundo eso que de tu piel se desprende:
esa luz, esas cenizas, y unos secretos mal guardados que olvidaste en el placard

Miras, y si me miras un poco más, amor, te doy mi vida y el pasado y el futuro
y esos tiempos que vendrán, de los que nada sabemos pero si vivo junto a vos
esos tiempos venideros han de ser los más felices de los tiempos

Lloras a escondidas pero sé que lloras tanto y que sufres y que mientes
siempre vos, prefabricado y con impulsos de innovar
¡esas amantes que te aman no te aman como amantes!
Simples, tontas, retorcidas que no saben darte más
Niñas que se creen mujeres porque usan maquillaje

Tocas, y tus huellas digitales trazan mapas en mi Sur mientras mi Norte te humedece
vos en llamas, vos sos vibra, sos buen vino y sos pan de cada día
sos excepción de reglas y aunque siempre predecible
fuiste malo en la maleza y oscuridad para la Luna Llena

Gritas, y con tu voz trajiste al mundo palabras jamás oídas
de tu garganta es el viento que sopla y de ella también mi lengua
Dijiste que podía ser cierto ¿lo era?
¡Si sólo pudiera quererte, hombre fiera, te querría como nadie te ha querido!
¡Lo juro, es cierto! ¡Te amaría como si alguna vez me hubieses merecido!

Animal Print

Somos leones de fuego
leones que danzan,
leones de sol y de luna
Somos leones extraños
leones de playa

Hambrientos leones de ganas
somos leones de cuerpo y leones de alma
vos, león de mar que baila, ríe y salta
yo leona en cuyo vientre crece tu raza

Nosotros, leones amantes del cielo
caemos libres desde la mirada más alta
y a destiempos del mundo, como si nada
leones salvajes, nos crecen alas.

Abriendo fuego

Desde que yo te amo
todo me parece poco
y hasta tu ira me seduce
tu inestabilidad me provoca
te amo tanto en tu luz como en tu oscuridad
y nadie ha sido tan amado
desde que yo te amo
y no envejeces desde que yo te amo
y ya no sos vulgar
desde que yo te amo
nadie se te asemeja
desde que yo te amo
vivimos abriendo fuego
desde que yo te amo.

miércoles, 1 de junio de 2011

Olvido

Tanto he escrito en tu nombre
de este incontrolable deseo que me arrastra hacia vos

He escrito a tus ojos, a tu boca, a tu piel
y he cantado a tus verbos, a tu alma, a tu sexo

Mencioné cuanto pude de vos y dando mínimos detalles
de tus comisuras y alguna incipiente arruga
de tus pies, tu pecho erguido
de por qué sobre tus hombros descansa el Sol

Y simple como es de decir
aunque en la complejidad que la confesión necesita
se me ha olvidado decirte, tal vez he sido prudente
que aunque ni te mire, ni te lo cuente
y aunque no debería quererte; te quiero.

Plural

El tiempo nos ha dado su veredicto y archivó nuestro folio como un caso prescrito que en otro contexto pudo haber sido; pero es difícil dar y difícil ser cuando no hay péndulos que nos revelen  nuestra esencia.

El espacio que nos separa nos da mensajes ambiguos, como jugando a adivinarnos, a manipularnos: "que sí", nos dice y vamos a toda velocidad; "que no", nos grita y nos detenemos sin saber bien qué decir.

Para nosotros, los que fuimos, ya no nos es posible volver. Todo lo que tuvimos cobró un tono grisáceo; y hoy al levantarnos nos dimos cuenta que nuestras sonrisas no eran reales, que murió la ilusión, la seducción, el éxtasis.

Yo intento nivelar el pedal con la rueda: lento, lento, lento y me extiendo a velocidad supersónica por los recuerdos que no me dejaste. Aquellos, nosotros, los de antes y éstos, vos y yo, los de ahora. Vos siempre tan allá, tan majestuoso y vil; yo muy, muy cerquita, muy acá.

Hoy sólo hay nubes negras donde una vez hubo sol; y casi, casi en alucinación, tu voz, siempre tu voz en movimiento, que da vueltas y llega a mí desde todos lados, hacia mi sexo y mi centro.

Quisimos playa. Quisimos música. Quisimos libertad. Fuimos en sueños.

Porque todo este tiempo te he mirado sin decir palabra alguna, te miro y te toco con mis pestañas, desde lejos. Te miro y te amo en todas tus formas. Vos sólo estás y yo, desde acá, simplemente te veo pasar. Porque por poco no sé quién sos. Desde el comienzo, he sido yo. Nunca vos. Sin plural.

martes, 31 de mayo de 2011

Desilusión.

Nunca te quise y en eso, tenés un punto
Pero tuve antojo de vos, tuve mañas de vos

Nunca te quise y ahora ¿ahora qué más da?
Ya no te querré, al menos no como quise haberte querido
Como si fueras puro, como si fueras alguien, como si fueras hombre, como si fueras carne.

Quise que fuera una vez más y corrí por la ciudad
Corrí detrás de tu nombre, de tus ojos de perogrullo
Me dueles como su fueras puñal, como si fueras hambre, como si fueras guerra

Pero lo cierto es que nunca te quise
Y como pude haberte querido, es imposible que alguna vez te quiera
Tu adicción aniquiló hoy una posible maravilla de micro - momento.

Y no te quise, no te quise jamás, no te quise nunca. No te quise. Al menos despierta.

Mancha

Caso resuelto.
No hubo amor, nunca hay amor al final de este túnel.
Una cerveza tibia y puchos.

Sonrisas, cubos, triángulos, círculos.
Formas que no trasmiten nada.
Muerte cerebral, apocalipsis y arritmia.

Quiso creer en él como quiso creer en dios.
Ya no creía en dios. Ni en él. Ni en nada.
¿Cuántas emociones caben en un las páginas de un libro?

Flash y neón: el centro encandila
Los que aun viven se refugian en una burbuja de responsabilidades
Los libres han muerto mirándose a un espejo.

Dentro de una caja, todas las posibilidades
El multiple choice fácil, el descarte del porvenir
Los niños sueñan con juguetes simples otra vez.

El allá y el acá están lejos en esta línea
El ocio propio y el ajeno se confunden en una misma red social
Y nadie es nadie: sólo una foto de perfil minuciosamente seleccionada.

Mi teoría de las cucarachas y las ratas recobra sentido
Y lloro por los demás, por las gentes, por el hoy
El ayer y la melancolía; la vida es una mancha de humedad.

Tristeza

Decidió llorar y se encerró en sí misma, como tantas otras veces. Ella nunca llora, ella siempre ríe, ella siempre está ahí por el mundo, y en el mundo sus fiestas y el licor. Siempre. Siempre la noche y la luna; las estrellas: en ella.

Quiso gritar y ya no tenía voz ni había en su tierra oídos para escucharla.

Quiso memoria para recordar sus sueños de libertad.

El mundo alguna vez le había pertenecido; o así lo creyó en determinado momento: las olas del mar, los árboles, las rocas y las calles. Todo de ella, para ella y por ella. Porque desde ella, desde su ombligo, el universo había sido y en su vientre se habían gestado el tiempo y el espacio.

Cerró los ojos. Cayó la primera lágrima,  precioso líquido que contenía nombres, hombres, lugares y situaciones de infamia.

Selló sus labios luego; no sin antes soltar el último suspiro que el desamor le arrancaría: la nada, la misma nada de todos sus poemas que nadie entendía. Porque nunca nadie la supo leer. Nunca nadie; nunca nadie.

Abrió las palmas de sus manos y señaló con los dedos la dirección desde la que venía el mal, la negatividad, la crueldad, el vacío y la muerte.

Quiso volver en el tiempo; o atravesarlo; o cruzarlo; o saltarlo; o matarlo. Quiso todo menos un hoy.

Quiso ser quien siempre ha pretendido ser: ese disfraz que los ingenuos compran y que los visionarios no logran descifrar.

Se enterró en el fango; sólo con su voluntad le fue suficiente. Ningún movimiento fue necesario: sólo el deseo. Ese deseo que tantas veces pudo haber acabado con ella, finalmente lograba su cometido.

Moría: moría lentamente. Moría tristemente. Moría porque sí, porque era mortal y morir es algo que sucede a los de esa condición. Moría, hay que decirlo, solemnemente. Elegantemente.

Vio muchos rostros allí dentro: rostros que reían, felices: ¡por fin moría!

Moría la libertina; y por un instante creyó en otras vidas, en otras oportunidades, en el más allá.

Moría ella: la libertina. Y por unos segundos, quiso creer en dios.

jueves, 26 de mayo de 2011

De Fukuyama

Salen del pecho palabras rabiosas
un alma irascible sucumbe la casa, y prende la estufa
"más leña al fuego, más leña al fuego"
Un alma sin alma y tripas sin cuerpo.

Caen del cielo destellos de nada
encandilando tierras de gentes sin ojos
"mucho ruido, mucho ruido"
llora la vida por la muerte perdida.

Canta verdades un mitómano herido
deseos en mano, geniecillo de botella
era una era sin héroes ni historias
Y un trovador canta a la mierda y a las cucarachas.

Hoy las piezas del puzzle no concuerdan
Somos muy gente y no somos personas
Los corazones no laten ni aman
Se ha muerto el tiempo y no existe dios
¡la espina del mundo se clava en el hoy!

miércoles, 25 de mayo de 2011

Idea de tono

Idea de tono la que cuelga de tus sesos
Idea de rojo, verde, amarillo y negro
Tono de serte y de vivirte, de inmiscuirme en tu centro

Idea de tono la que habla por sí misma
y calla y  grita y baila
Idea de tenerte y de que te vayas
Tono de símbolo y de cuerpo: de piel.

Idea de tono la que te trae por mi cama
Idea de goce, de miel, de movimiento incesante
Tono agitado, orgásmico y placentero.

Idea de tono tu vida y tu pasaporte
Tu pasaje por el mundo
Tu estadía en mi lecho, tu leña en mi hoguera
Tono de sábanas por estrenar
Tono de voz, de tambor, de guitarra.

Idea de tono tus playas, tus mares abiertos
tus ojos, tu alma, tus adiós
Tono de sábado a la noche y borracheras
Noches que no han sido, días que son.

Idea de tono que te quiero conmigo
Conmigo acá y dentro, muy dentro
Y quiero que pase, lo grito, lo anuncio
Quiero que pase, te invito ¿aceptás?



Muy especialmente para Melissa, cuyo error de tipeo - a saber: ida / idea - me inspiró.

Afuera

Acá afuera, acá lejos, fuera de vos
hay colores y trampolines
Acá afuera, en la tierra
hay pies, hay manos y extremidades
las puntas buscan otras puntas
y las bocas se mezclan, sangran y son felices.

Acá afuera, de este lado
hay muñecos y dulces
hay llaves y hay puentes
hay duendes al final del arco iris

Acá afuera, en mi isla
hay palomas y gaviotas y abejas y gorriones
hay todo lo que vuela
y todo lo que lo que brilla
hay luna, sol y estrellas

Acá afuera, en mis manos
hay libros y hay palabras
hay sentidos y  conocimiento
hay despertares y conciencia.

Acá afuera, a varias estaciones de vos
hay música e instrumentos
hay abanicos y números.

Acá afuera, a la distancia
Lejos de vos y de aquello que te nombre
de mares que te traigan
hay ideas.

sábado, 21 de mayo de 2011

É cedo...

Ainda é cedo 
para voce é para mim


Ainda é cedo
para nossa aventura
para nossa emoção 
para nossa  ilusão de liberdade


Ainda é cedo
para mim na tua cama
pode me amarrar
ainda é cedo para sorrir


Seus olhos são a minha esperança
não quero morrer em dúvida
liga para mim
e fala para mim
que ainda é cedo


Preciso me entregar e te sentir
preciso de tua pele


Ainda é cedo, cara
para um pedacinho de ceu

Avioncitos de papel

Volaron avioncitos de papel, salieron de tu boca
En forma de palabras de perdón, de nuevo día
Y en cada avioncito de papel iba un nombre de mujer
De todas las mujeres que estuvieron antes y estarán después
Iban todas juntas, iban y venían, desde vos y hacia mí.

Juraste no volverlo a hacer pero ya no importa
Juraste tantas, tantas cosas, avioncitos de papel
Juraste que te irías y estás acá, haciéndome llorar, haciéndome reir
Juraste que avioncitos de papel vendrían por nosotros
Y aunque nunca te creía siempre te quise creer

Pero vos ya no lo ves, no lo sabés, todo termina
después de tantas veces terminar, aun lo ignoras
Todo muere algún día, todo acaba, todo ya era
Recordarás los avioncitos de papel (que fueron)


Pris (basta ya y gracias)

viernes, 20 de mayo de 2011

Veranografía personal

"La vida te da, y te quita, te quita, te quita" - una amiga le decía a la otra, cuando terminaba aquella jornada inusual en Punta del Diablo.

Y yo me pregunto ¿la vida te quita? No me parece. Yo creo que la vida da todo el tiempo, y uno elige, elige, elige. Estas chicas decidieron volver. Yo me hubiese quedado en el mencionado balneario. O no. No sé, no me gustan las situaciones hipotéticas.
A decir verdad, yo escribo, por lo tanto mi máximo placer se basa en crear situaciones hipotéticas. En fin...

***

Hoy estoy acá, en la realidad x.  Y con z, y, r, s y t como universos paralelos (siempre hay que tener uno debajo de la manga, la cosa puede ponerse muy aburrida, monótona y rutinaria de a momentos) Pero érase una vez un verano en que nos matábamos haciendo anagramas, nos escurríamos los sesos encontrando palabras dentro de palabras. Las palabras son conceptos, un concepto dentro de otro concepto. (Y ésto es un concepto muy interesante si  reparás en él)

Ese verano pinté mucho. Dormía en acuarelas y mataba lienzos en blanco. Comprendí que amor no es sinónimo de exclusividad y que una persona íntegra puede amar al mundo sincera y profundamente. También descubrí que hay muy poca gente íntegra.

La Pedrera. Cabo ¿Paramos en La Paloma? ¿Para qué? Punta Rubia. Valizas. Uruguay total. Uruguay "nomá".  Medianoche y lunas naranjas trazadas con compás flotando sobre el mar; fuego, tambores, extraños ¡vida! Playa del Barco ¿no? ¿Para qué, si no sabés surfear?

Fue un verano de a dos, un verano con la gaia. Agasajábamos a extranjeros con una parrillada, y yo preparaba berenjenas saborizadas al fuego. Dormíamos afuera, adentro, sobre la hierba y bajo las estrellas. No dormíamos.  Todos descalzos, como un fetiche de Tarantino en su máxima expresión.

***

Tarantino y Kusturica. Y Burton. Y Alex de la Iglesia. Terminaba el verano cuando  hice canje con unos ojos azules que me hablaban de LaChapelle.  Nos volvimos locos. Tanto zoom y tanto flash externo me perdió en el tri - luces del paraguas. Imposible estar inmóvil. Se fue otra botella de vino, pero la foto nunca terminó de gustarme.

***

Nos encontramos de vez en cuando a tomar una, y a veces, nos morimos en la promesa del reencuentro. Los hongos de fondo nos quedaban bien. Se perdieron las figuras en los colores.

***

La Leonetti llegó de Baires y reventamos la tarde en Plaza Independencia. ¿Viste que hay dos arco iris?  ¿Cómo sería el plural de arco iris? ¿"Arcos iris" quedaría bien?  Más tambores, mate y rambla.  Cámara en mano, siempre.
Se fue y no la he vuelto a ver.

***

Aquel verano me escapé yo. Dejé todo y me fui a Arenas Verdes, al otro lado del charco, porque otros ojos de mar así lo merecían. Los tragos, los excesos, el mar agitado en un día de tormenta; el sol, la insolación, la feria hipilla tan clichè de todos los balnearios. Tantas historias, tantos veranos, tan poco tiempo para contarte de mí.

***

Nos hicimos los europeos y nos íbamos en tren a todos lados, nos parecía muy piola aquello del tren. Nosotros, sudacas muy subdesarrollados, nos maravillamos con esos espejos de colores que chocaban entre sí componiendo melodías extrañas.
Desde entonces, nunca más viajé en tren.

***

Estaba rubia o pelirroja; pero no estaba castaña. Tomamos mate abajo de un muelle. Hicimos refuerzos con mortadela y era la gloria. La tabla de surf ofició de mesa y la guitarra casi se hizo fogata. Clásico: las havaianas son arcos y Rodrigo casi me parte la nariz mientras intentaba marcarlo: un cinco vs. cinco que quedó para la historia. Y entre gol y gol vimos el amanecer.

***

Me había tatuado a escondidas de mis padres, estando yo en Buenos Aires. Aún era menor de edad. Una mariposa en el omóplato izquierdo.
Fue por esa época que decidí dejarme las rastas. Me hice un piercing en la nariz y no tuve suerte: hasta el día de hoy se me nota la cicatriz que me causó la infección.
Pero ese verano curtimos Punta del Este: Leti, Isa, Vero, Tincho, Xabi, el Leo y yo. ¡Qué ojazos verdes tenía  el Leo!
Tincho preparó la mejor tortilla española - posta, posta- de la Historia y después de la cena, nos jugamos los últimos 500 mangos en el Casino. Salimos victoriosos y compramos cerveza, Martini y Vodka para el resto de la semana.
Ahora, un clásico de los boliches del puerto puntaesteño (si usted tiene más de veinticinco pirulos y ha estado en Punta, sabe de qué le hablaré): ir de Viejo Jack a Moby Dick saltando del balcón de uno al balcón de otro.  Isa y yo dábamos cátedra, de puras y tremendas ratas.
Dato (no tan) curioso: tampoco tuve éxito con las rastas. No soporté la parafina, ni el olor a quemado, ni el no bañarme.  Pero el tiempo ha pasado; supongo que hoy en día  debe haber una técnica más eficaz (e higiénica) de tener rastas.
Se me piantó el lagrimón: de los amigos que nombré, sólo uno aún vive en Uruguay. Los demás emigraron. Pero Leo se quedó, y se quedó en Punta del Este. Y eso me hace feliz.


***

Era neo - hippie. Tenía el pelo muy lacio y por los codos. Ese fue el verano roller en la rambla de Punta del Este. Usaba un  gorro de jean con un enorme girasol en la frente y mis ropas eran un Kandinsky.  Isa y yo nos poníamos los rollers con todos los chiches complementarios (léase: muñequeras, coderas, rodilleras)  y de ahí a la rambla. De la rambla al puerto. Del puerto a la gloria.
Un atardecer anaranjado conocí a un brasileño cuyo nombre aun recuerdo. Nos sentamos en la arena y homenajeamos a Caetano Veloso en un guitarrazo.
Ese verano descubrí que las miradas tienen tanta fuerza como la gravedad.

***

Hay muchos más veranos, muchas más lunas y muchos más soles. ¡El tano Guido y yo practicando tiro al blanco en José Ignacio! Guido me enseñó la diferencia entre pistola y revolver (básicamente, la primera tiene un cargador de  por lo menos seis proyectiles y el segundo se recarga de tiro en tiro... si no mal recuerdo)
Guido era pintor y escultor. Siempre me ha fascinado el hombre arte, el hombre idea, el hombre que crea.  Pero no me enamoro del hombre, sino del arte, de la idea, de la creación. Ese es el problema.
Para no olvidar: el holandés Van Bikker. Fue en un McDonald's de Punta del Este. Él me enseñó lo que significaba el término "wanker" (hasta entonces mis insultos en Inglés eran muy limitados)
Qué guapo era, qué guapos fueron todos.

Este verano voy por el Sol. Hacia el Sol, hacia el puto Sol (y el remate sólo lo entenderán eruditos)

jueves, 19 de mayo de 2011

Hombre Idea

Vos comenzaste a existir cuando te miré a los ojos: mitad ser físico, mitad idea. 

Ese día se humedeció el interior de cada piedra y los sapos bailaron flamenco. 

Tus pies se mezclaron con arena. El Sol te encandiló. Siempre vos, sereno, agitado y vivo: idea.

Sos y no sos: todo a destiempos, a contramano, todo a medias.

Desde las rocas; sos la libertad, el aire fresco y la pureza. 
Desde lejos, desde mi caleidoscopio erótico - amoroso, inerte. Sos cuerpo. Cuerpo bronceado, ojos de luz, hierba y estrellas: sos deseo. 

Aquí en la playa, hoy ya no sos lo que eras.

Te creía espíritu: sos materia. Te creía viento: vos sos tierra. Te creía espontáneo: sos rutina. Yo siempre te vi correr en la costa, mientras vos te arrastras en tu celda. 

Y aunque suene melancólico, hombre idea, hoy me alegra saber que sos nada, que sólo has sido lo que yo quería que seas. 

martes, 17 de mayo de 2011

Momentum


Soy yo peligrosamente…
Y él, al existir, irrumpe, provoca y arranca todo
Hombre de la nada absoluta, del vacío
Hombre de los puntos cardinales
Con sabor a café y aroma a hierba exótica
Se oculta en sí mismo, mecánica y robóticamente; programado para conquistar y abandonar


Yo no tuve ni tengo miedo, él me lleva aun sitio distinto en el que desearía quedarme.
Tiene los ojos del mar donde nací y su mirada es triste (como su futuro)
Él es, vive y respira mientras se duerme en mi deseo.
Podríamos saltearnos el protocolo; despojarnos de ropas sin juego de seducción
Yo estoy abierta para vos: abiertas mis arterias y mis piernas
Abierta en tu dirección: Hombre que juega a ser lo que nunca fue con la reputación adjudicada

Soy yo peligrosamente,
Y él sin ser nada  real aun (un completo poseur)
Hace que sea maravilloso y memorable lo que (todavía) no ha sido.

(¡Te estás muriendo y tu estertor me es tan sensual!)

Hombre del Otro Lado

Ya conozco cada cosa que puedas decir
Cada palabra y cada frase
Y tu centro, y tu esencia, y tu tono de voz
Los conozco también
Te imaginé tantas veces, te he imaginado así
Hombre del otro lado

Te escuché tantas veces, te he tenido aquí
Tus excusas están escritas en mis paredes
Y a pesar de que me resultas predecible
Sos la más amena sorpresa que el otoño me dio
Ni vos tan malo, ni yo tan niña: hombre del otro lado

Y no es descabellado concluir que estamos sincronizados
Comenzaste a cantar después de que te soñé
Así de perfecto, hombre mío y de todas las mujeres
Hombre de la causalidad, despertar de otro letargo
Hombre del otro lado

Aquí me tenés, descalza y en colores, mis ojos puestos en vos
Sin promesas ni contratos a largo plazo, sin mensajes subliminales
Sin nada que impida lo que sea que ya está siendo
Hombre de hombres, te elijo, entre todos mis hombres
Vos sos el hombre del otro lado

Sé cómo gimes cuando haces el amor y cómo tus labios se deslizan por los cuerpos
Por los tantos cuerpos que te rodean, ninguno es verdadero para vos
(hace tiempo que nada lo es y estás simulando en tu pequeña maqueta)
Sé tanto de vos que hasta podría afirmar que no somos muy distintos
Yo mujer de acá y vos hombre del otro lado

sábado, 14 de mayo de 2011

Zumbido Ancestral

Distinto hubiese sido si hubiésemos tenido más contacto visual.

En aquellos tiempos todo era diferente, el aire no era tan espeso y las criaturas no tenían malicia dentro.
Yo era diminuta y tenía alas naranjas; era fuerte, ágil y casi invisible.

Los pequeños volaban por doquier y libremente: no había porqué preocuparse. Su cita era a la temprana tarde frente al hogar del par de ancianitos que premiaba con dulces a quienes les contase cuentos.

Frente a su morada, se jactaba erecta una enorme construcción de orígenes desconocidos; uno de los pasatiempos de los lugareños era precisamente especular sobre la misma, aquella torre gigantesca inhabitada que parecía indicios de conquista frustrada.

Fue por aquel entonces que comenzaron a volar también las mariposas y las abejas, ahora que el cielo era propiedad de todos. Eso nos molestó en un principio, pero luego nos acostumbramos a otros seres y especies, el firmamento podía ser compartido. ¿Dónde  se ha visto, después de todo, que haya peleas por cielos, tierras o mares? Absurdo.

Me vino a ver un hada cierta tarde. Noté su preocupación en el crepitar de sus alas -bajo circunstancias normales, las alas no producen ningún tipo de sonido. Me lo dijo todo y ahora compartía su amargura y consternación. Fuimos donde los centauros y se lo contamos a ellos también. Asimismo advertimos a las sirenas y a los pegasos. Toda criatura fue informada.

Aparecieron entonces los hombres. Sabíamos de ellos, estaban ya por casi toda la Tierra, ¿pero en la nuestra? No tenía nada que fuese atractivo para ellos, ni siquiera había espacio para sus casas, era todo bosque y ríos... ya los imaginábamos construyendo sobre algún roble frondoso.

No temíamos a los humanos. Había numerosas fábulas acerca de ellos. Se decía que eran fuertes, que creían en dioses y los alababan con amor y recelo. De hecho sentíamos cierta curiosidad sana: por primera vez compartiríamos espacio físico con la muerte. Nada moría en el principio. Nada excepto los humanos.

Nosotros –la fauna y la flora- envejecíamos como señal de sabiduría, no por cercanía a la muerte. La vejez era directamente proporcional a la sapiencia y en algunos privilegiados casos, a la omnisciencia.

Recuerdo el primero que llegó. Zumbé en su oído, miró hacia todos lados, extrañado, pero no me vio. Sus grandes ojos eran del mismo color de nuestro cielo y sus cabellos eran oscuros como las semillas de las manzanas. Zumbé y zumbé en su oído toda la tarde. Por momentos sonreía y a veces se asustaba. Yo me divertía y al final de la tarde me tumbé sobre un pétalo. Mi cuerpo entero se estremeció y mi corazón vibró como nunca lo había hecho.

Fueron llegando los otros, y con ellos, nuestros problemas. Algunas de nuestras preguntas, lamentablemente, nos fueron contestadas. Los árboles fueron cortados y con su madera construían sus casas. Pena nos dio sobre todo cuando cortaron el árbol de las libélulas... y aquella megaconstrucción era el lugar donde se reunían a adorar a su dios una vez cada seis días. No entendíamos porqué si adoraban a dios lo hacían en un lugar determinado y sólo un día en particular. Creíamos que de haber dioses, era bueno adorarlos siempre y en todas partes. De todas formas, esa cuestión no nos preocupó demasiado.

Los humanos habían inventado un sistema para organizarse y para calcular, de alguna manera, su proximidad a la muerte. Era así: a un conjunto de siete días, se lo llamaba semana. En un día, agrupaban veinticuatro horas. Un mes se constituía de cuatro grupos de siete días aproximadamente y los meses, a su vez, cuando eran doce, formaban un año.  Y eso era el tiempo. Más o menos. Cuando pasaba determinada cantidad de años, era común que los hombres se muriesen.
También morían por otras causas. Sus organismos eran débiles y usualmente padecían de dolencias.

Por mi parte, me ocupé bastante de continuar zumbando en el oído del humano al que el resto llamaba  Juan. Quise tanto que uno de sus hombros fuese mi morada, mi hogar...  A nadie se lo dije, pero por momentos anhelé con todas mis fuerzas ser humana, para que pudiese verme y tocarme.

Para la mayoría de los hombres, éramos invisibles. No nos querían ver, supongo. Existíamos para ellos, pero en calidad de insectos.
Sin embargo, no todo era tan malo. Para los niños humanos sí estábamos ahí, querían vernos y creían en nosotros como los adultos creían en su dios. A escondidas de sus padres, nos llevaban frutos y dulces que jamás habíamos probado, ni siquiera visto. Aquel que derivaba del cacao era el más delicioso.

Los más grandes de nosotros huyeron a lo más alto del bosque, las sirenas fueron extremadamente cautelosas y los pegasos no se atrevieron a volar nuevamente. Es que comprendimos casi instantáneamente que los humanos tienen un tremendo temor, pavor, fobia, pánico a lo desconocido  y nadie actúa en sus cabales cuando tiene miedo: es un sentimiento muy poco confiable.

Juan no era anciano, pero tampoco niño, por lo tanto no me llevó jamás frutos ni trozos de exquisito chocolate. Por esa misma razón creo yo que tampoco me veía, sólo me escuchaba cuando lo seguía al bosque –donde se sentaba sobre las rocas del acantilado a escribir, justo al lado del río- y zumbaba para él.
Yo podía leer sus papeles... Escribía de amor, de pasión y de locura. Y entonces me preguntaba si estaba enamorado. ¿Estaría tan enamorado Juan de alguien como yo de él? ¿Era su amor correspondido?  Escurría mis sesos tratando de contestar mis interrogantes, pero nunca lo vi con ninguna de las jóvenes del incipiente pueblo humano. Y eso me consolaba muchísimo a pesar de saber que no tenía chances con él.

Gracias especialmente a los niños, jamás odiamos a los humanos. Ellos nos escuchaban, contaban y enseñaban cosas, nos leían sus libros que contenían  textos de las ciencias del hombre.

Úrsula era extrovertida y muy inteligente. El día que nos hicimos amigas me convidó con pastel de chocolate: otra variante más de aquel manjar. Acababa de cumplir siete años y su madre le había preparado ese enorme pastel.

Después de meditarlo mucho tiempo, decidí contarle a Úrsula mi secreto. Mis sentimientos hacia Juan eran tan ridículos que los míos se reirían de mí.
Me explicó que Juan era el hijo de un señor muy importante para el pueblo, que tenía veinticinco años y que era artista. “Escribe, pinta y hace esculturas”- me dijo. Úrsula me hizo saber lo que yo intentaba descifrar pero negaba: Juan sí estaba enamorado, de una joven que vivía en otro pueblo. A ella dedicaba sus poemas, sus pinturas y esculturas; a Ana, según expresó mi confidente.
Compartíamos con Juan, sin embargo, el dolor de no poder vivir el amor como merece ser vivido. Los padres de Ana no querían que su hija se casase con un artista, y le prohibieron verlo.

Continué siguiendo a Juan al acantilado, pero ya sin zumbar. En silencio absoluto me sentaba en su hombro y reparaba en su respiración, en su aliento, en la suavidad de sus cabellos.
Úrsula me contó cómo su padre insistía en que olvidase a Ana y conociese a alguien más. Yo entendía su negación, su impotencia, su imposibilidad de olvidar a quien tanto amaba.

Dejé entonces de hablar a Juan, de zumbar para Juan y de seguirlo al acantilado. No volví a espiar sus poesías ni sus retratos ni sus esculturas. Pretendí que no existía y huí yo también con los centauros y pegasos. No volví  a ver comer chocolate, ni a escuchar los libros que los niños leían y no frecuenté más a Úrsula.

En el bosque me hospedé con unas ardillas que me enseñaron a diferenciar las nueces buenas de las malas, y, aunque puedo volar, me indicaron que era imperioso aprender a trepar árboles rápida y efectivamente.

Por las tardes, le contaba a todas las criaturas sobre las ciencias del hombre; y todos se fascinaban tanto como yo.

Una mañana me topé con una joven cubierta en barro que lloraba bajo un duraznero. Al acercarme, vi que era Ana y supe que sus lágrimas eran por Juan, mi Juan.
Tuve que ser sensata y trascender a mis emociones, ignorándolas por completo: debía avisarle a Juan cuán cerca estaba Ana del pueblo para que así pudiesen verse. La joven probablemente estaba perdida.

Volé hasta el pueblo tan velozmente que llegué exhausta. No tardé en encontrar a Juan, estaba donde siempre: en el acantilado. Efectivamente allí se encontraba, pero no cómo lo recordaba. No tenía papeles ni lienzos y hablaba sólo, sollozando y caminando de un lado hacia otro. Gemía  claramente “¿por qué te casas, amor? Sé que no lo amas. No lo amas. ¡¡No lo amas!!” Me le acerqué y grité “Ana está cerca, escapó, vino por ti, sígueme”. Su llanto era cada vez más desesperado y fuerte, no podía oír mis palabras. Volé alrededor de su cabeza exclamando  lo mismo mientras él se movía bruscamente repitiendo “no lo amas, no lo amas”. 

Juan se arrodilló y lloró por largo rato, mientras yo reiteraba mis palabras sin éxito.
Violentamente se puso de pie “¿qué es este zumbido? ¡Me vuelve loco! ¿qué es lo que tanto zumba?” Juan corrió y abruptamente se lanzó al río.
Fui testigo de todo: de cómo sonó su cuerpo al  río, de cuánto le costó respirar y cómo finalmente se hundió y ahogó. Vi su cadáver flotar.

Ese fue mi primer contacto con la muerte, y yo la causé. Quizás si no hubiese zumbado tanto él seguiría aquí y tal vez... tal vez se hubiese encontrado con Ana.

Desearía ser mortal yo también y ahogar mis culpas en el río, tal como se ahogó Juan por mi aleteo molesto.

Jamás volví a saber del resto de las criaturas. Quiero imaginarme que están bien y siguen recibiendo frutos y chocolate de manos de los niños.

Aquí en mi burbuja vivo en la obnubilación total que causan los recuerdos tristes y la culpa. Ya no tengo inocencia dentro mío: ahora siento la malicia apoderándose también de mí.

Y fue esa la época en que el aire comenzó a volverse cada día más espeso y hoy, para mí,  hasta los hombres parecen buenos.