domingo, 26 de junio de 2011

De noche

Los hijos se tienen, las ideas se paren
los niños del puerto no tienen paraguas
la dama de rojo se embriaga de malva
¿quién quiere ser sueño y vivir de una almohada?

Caballos de noche, la Luna se calla
secreto contado, cuchillo en la espalda
quien tenga colores, pinceles reparta
quien sepa de todo, se guarde la nada

Sonrisas que vuelan, rutina y mañana
domingos de noche, cristales de ganas
amigos, lujuria y un poco de grapa
¡qué suerte la mía, de ausencia en mi cama!

Möbius

En ese mundo desvirtuado en el que ella vive, llora
sin ventanas ni espejos
ella va y vuelve, del olvido al recuerdo
sin saber si es sábado o lunes
porque muere un poco cada día
ella da gracia y da pena

Ella llora pero la gente sólo ve sus sonrisas
y escucha sus carcajadas, lo que no existe
sus palabras ya no tienen lucidez ni historia
y no hay nada en sus manos, eterno Möbius
para sus tripas no hay vida propia o alternativa
pero en algún momento fue feliz o se miente haberlo sido

Ella se muere hoy de vuelta cerca de las escaleras
a punto de escapar nuevamente, como siempre
para caer luego en el mismo útero maldito que la contuvo
desde el que sale una roca que la tortura
y en secreto sabe que no ha sido feliz
encaprichada voluta del tiempo, hoy decide morir.

Domingo

Despojada y abierta me rindo de vos
no era necesario un atardecer, ni tiempo, ni una condición
todo termina como supe que iría a terminar
y yo te miro, y yo...

Te besé, me besaste y sólo bastó un día
mal día para un adiós
todo termina porque todo se termina
y yo te extraño, y vos...

Fingí que nada sucedía bajo tu mirada infinita
tu boca siempre ha sido tuya
aunque rogué porque fuese mía
y yo te deseo, y yo...

Ayer cayó la primera y última lágrima que sostenía tu nombre
tu nombre inoportuno que comienza cuando termina el mío
y de repente no quiero verte más, no sin poder amarte
porque yo te amo, y vos...

martes, 21 de junio de 2011

Estertor Erótico.

De que atravesé esta tormenta antes no caben dudas
suena en el silencio del olvido tu mirada vacía
no quiero decirte nada y no es que ya lo sepas todo
sólo quiero un minuto en tu cuerpo, en tu ombligo

Vale aclarar que las ausencias de tus huellas digitales no se sienten
pero en este cofre de recuerdos y proyectos seguís vos
tal vez nunca fui realista y los besos escondidos no existieron
pero si se es frágil la ovación y el delirio lanzan llamas

Puede que te diga más de una mentira esta noche
y lo cierto es que nunca sabrás mi cuota de la verdad
cuando caminaste por la puerta dejaste tus ecos emocionales
tu incapacidad de sentir la vida sin gritos, ni copas y excesos


Ahora que estás muerto en mi materia gris, te veo mejor
las palabras amarradas a tus huesos no figuran en mi diccionario
y aún así, en tu estertor erótico de poeta
quiero confesarte que quise y que pudo haber sido maravilloso.

lunes, 20 de junio de 2011

Las recetas de la abuela

Dentro de este tiempo que me atrapa
las recetas de la abuela no me salen (nunca quise creer en nada)
y en invierno la madera siempre es leña
en tus labios todo es beso y hasta el verbo que se te escapa suena agudo y lejano
como los pasos del viento en las dunas y de aquello que te mata

Nacen flores y colores de tus ojos
sos un viudo de la tierra, huérfano de la miseria, caricia esfumada
hoy te tengo y te pretendo como si fueses el primero
el más rudo o el más tierno, el macho de la manada
caen gotas de tus ojos y no siento más que ganas de reír.

Dentro de este cuento que te cuenta
hay mentiras y secretos, una primicia y un momento que te alcanza
soy poesía y soy revancha de tu cuerpo que me excita
de tu boca que me viaja sin permiso ni pudor
ya te fuiste y ya me voy, ya no sos nada

Las recetas de la abuela no me salen...

Canción.

Ya la luna me contó tus secretos y  ha develado tus notas un trovador
esa noche que creíste locura era sólo una excusa para decir adiós
hoy sin viento, ni playas ni estrellas me llamas, me dejas, me pedís perdón
pero aquello que el sol nos trajo lo lleva en su labios un pobre ladrón

Yo creía y quería quererte, tal vez yo te quise y jamás lo admití
hoy que quiero perderme en tus brazos y tratarte de hermano no sé lo que fui
y este día, tan lejos de todos, del juego y del vino, del sexo y del pan
hoy te pido que seamos amigos, yo no me despido si te hago llorar

Yo te miro, te toco y me pierdo, yo sé lo que fuiste y sé lo que sos
vos quisiste pintarme la cara sentado en tu trono, tocando el tambor
sos mi risa, mi sangre y mi musa, mi niño inseguro, mi hermano mayor
hoy te adoro tal vez más que nunca, por eso ya no quiero acostarme con vos.




(¿Quién se anima a ponerle música a las letras de esta poeta rabiosa?)

lunes, 13 de junio de 2011

Episodio

A veces me pregunto qué será de aquello que dejé en tu casa
por tus pasillos y en la escalera, en las macetas y en la azotea
sé que hubo un cepillo dental y una remera vieja
y tal vez dos amantes equivocados en el freezer de la heladera

Yo te vestí y te desnudé compulsivamente 
armaba el muñeco y tomaba un taxi sin que lo notaras
vos te despertabas solo, en una cama fría
y me odiabas y me amabas un poco más

Hoy aún me reclamas pero de vos no me llega nada
ni tus ojos ni tus palabras ni tu genio
me contaste que ahora está todo naranja
y que tal vez debería ir a verlo.

Pero pasaron los años, o días, o meses
no comprendo aún el paso del tiempo
dejé sobre tu mesa mi nombre y el tuyo
ya no quiero prepararte el desayuno
ni bañarte, ni curarte, ni besar tus cicatrices

Te quise durante un período interminable
y hoy ya no te imagino completo
destruido, recostado en una cama que sigue fría
tan desnudo e inoportuno
vos allá, sustancia de las noches que no perdonan
y yo libre del episodio que te momifica y  que te nombra.

Mojada

Desde todas partes tu cuerpo de hombre me llega y me penetra
En las partículas del todo estás ahí
Y hoy no, pero tal vez ayer y seguramente mañana
Volverás a ser roca incrustada en mi vientre
Vos y solamente vos
Tu semen me llena y me satisface de mil maneras
Detesto tener que limpiarme luego, limpiarme de vos
Para morir acá, lejos y fría, y sobre todo, seca

domingo, 12 de junio de 2011

De niños

Nunca compartí mucho eso de que los ancianos son más sabios. En lo personal, creo que son los niños nuestros eternos modelos a seguir. Ellos sí saben vivir, sí saben disfrutar. 

De adultos, perdemos nuestra capacidad de asombro y menospreciamos lo simple. Nos asquea el chiste fácil, nuestro comportamiento se torna protocolar y adaptado, adquirimos los sentidos de la vergüenza y la obligación hasta convertirnos en esta cosa políticamente correcta y extremadamente aburrida.

Cambiamos el miedo al cuco por el miedo a la inseguridad, a la inflación, a no llegar a fin de mes, al compromiso, al SIDA, a los hijos no deseados, a la posible inestabilidad política, a que me descubran una infidelidad, a que me sean infiel, a la guerra, al terrorismo, a las enfermedades, al 2012. 

Los niños comen lo que quieren, nos les importa estar gordos, o flacos, o tener caries.  
Los niños dibujan aunque no sean particularmente buenos, porque no logran concebir esa mierda que es el exitismo. 

Los niños son tan sanos que desobedecen a rajatabla. Crecemos y aprendemos a callarnos y bajar la cabeza. 

Cuando éramos niños, al pelearnos con alguien no lo invitábamos a nuestro cumpleaños. Le dejábamos de hablar. No nos sentábamos a su lado en clase.  Pero ahora somos grandes, y como buenos grandes, somos hipócritas. Nos ha sentado de maravilla eso de sonreír mientras escondemos el serrucho.

Cambiamos al Ratón Pérez por un dios mala onda que sólo promete castigos si tenemos el tupé de poner su existencia en tela de juicio.

Nos daban caramelos y era la gloria. Pero ahora somos grandes, no tranzamos por menos de un Blackberry, y lo dulce ha perdido la magia. La magia, por su parte, ha perdido lo dulce.

Aquí estoy yo, en este abismo absurdo rodeada de adultos. Ellos creen que "tomarse la vida en serio" es sinónimo de amargura. Ellos usan el término "infantil" como un insulto. Ellos no se animan a soñar ni a cantar solos por la calle. Ellos prefieren el prejuicio a la sorpresa. Ellos creen que ser responsables es preocuparse por problemas que no tienen solución. Ellos, los adultos, esconden sus "líneas de expresión" con cremas y botox.  Supongo que no quieren reflejar que hace mucho dejaron de expresar.

Yo envejezco, pero no crezco. Y me gusta que sea así, porque nunca oí de niños suicidas. Pero en el fondo, sé que soy una de ellos. Y pocas cosas me entristecen tanto.

Adoquines

Así, de golpe, rapidito, veo que entre vos y yo hay un hilo que no puedo cortar.  Te veo en mí y en todas partes, en las paredes, en lo que se estira y en lo que se mueve.

Yo te amo o no. Somos amigos o no. Cómplice de tus andanzas, quiero andar tus caminos; esos que te pesan y te duelen, y los que te enorgullecen. Los adoquines de la gloria que te constituye. Bajo tu techo, tu brillo será mío también. Y así podré respirarte un poco más.

Te miro y tiemblo. Río y me sonrojo. Juntos, en ese instante, somos felices. Pero en tu sonrisa quebrada, puedo sufrir tus heridas.  Y sufriendo tu dolor, sé que te sentís un poquito más liviano. Por eso si estoy cerca te movés más rápido.

¡Es increíble que nos demos las manos y el mundo siga girando!

Y sin querer, sin querernos, a cada rato nos estamos amando.

jueves, 9 de junio de 2011

Los ojos de ellos

Me estoy viendo en los ojos de ellos. Ellos, los que caminan lento, los que huelen mal, los zaparrastrosos. Me veo en los ojos de aquellos que ya no ven.

Imagino su abrazo, sus historias, los deseos que dejaron en y por estas calles. Imagino el tono de su voz. Quiero ser su manta, su abrazo, su techo, su pan.

Y acá soy yo simplemente, yo la que nada hace. Yo la que sigue de largo. Yo la que tira monedas. Yo la que llego a mi casa, yo la que saco de la comida de la heladera, yo la que le doy un golpe de microondas, yo la que tiro las sobras.

Acá soy yo en esta noche fría. La leña arde en la estufa y están prendidas las luces de la cocina, el comedor y la sala.

Yo acá soy yo y el mundo me pesa. Me veo en el espejo y me veo en los ojos de ellos. Y me lloran los ojos de ellos.

4.3.4

Te quise porque eras libre
corrompiendo cuerpo, burlándote de la materia
y cayó en tu alma la mugre ajena
de quienes se dicen amantes tuyas

Mojó tu semen las páginas de aquel libro
y de rodillas jugaste al amor
tarareando un tango sin musa ni notas


Hoy ya sos un ente abstracto y pálido
desgastado hasta los huesos, seco hasta los labios
y yo, ingenua que tanto te quise
y que te quise porque eras libre.

Alma souvenir

Mi alma si toca la tuya se desvanece de placer
te acaricia y te agita, te masturba

Mi alma se refleja en la tuya en tanto carne viva, roja y trémula,
cuando el sexo desenfrenado de los amantes rompe los mitos de la fantasía y la ficción

Y mi alma corrompe la tuya, te seduce y engaña
te grita, te escupe y te ama

¡Alma libre que viaja por los pasillos del deseo!
Souvenir de la infamia bendita que en tu mirada se oculta

De mi alma a la tuya hay un punto exacto que es fin y comienzo
y muere de ganas, y mata por besos.

Frutas y verduras.

Llevo veinte años desempeñándome como una exitosa caradura profesional. La niñez no cuenta (casi nunca cuenta). Mamá esperaba -y aún espera, creo yo -que fuera de esas mujeres que usan trajecitos y tratan a los desconocidos de "usted".  De esas que toman té y comen masitas secas. Tampoco entiende porqué escribo "taaaaaaaaanto".

Y la verdad es que no quiero hablar de mi madre, no era la intención. Como tampoco quiero hablar de la posibilidad potencial, en tanto mujer, de cambiar pañales. Soy mujer (muy mujer muy) más allá de la maternidad, de los tacos, del gloss y de mi útero. ¿Quieren que diga "concha"? Digo "concha": soy mujer más allá de mi concha. Quizá ésto no se entiende en una primera instancia, pero es un concepto muy profundo. Otro concepto profundo son los caleidoscopios: suelo regalar caleidoscopios a las personas que deben buscar respuestas dentro de sí. Caso contrario, regalo libros.

Cuando se me acusa de escribir "self centred poetry", me siento elogiada. Acá, dentro de mí, las cosas son diferentes a como son allá afuera. Acá en mí hay colores y música y plantas alucinógenas. Tengo dos amigos imaginarios que ofician de mentores todo el tiempo: Kalani, un instructor de surf hawaiano y un hamster experto en artes marciales que siente por mí un amor platónico que se niega a admitir. Es marrón y usa una bandana verde (a no juzgar, si hay gente que cree en dios ¿por qué no puedo tener yo amigos imaginarios?)

Sostengo que mi gato es sexy, pero no quiero hablar  mucho del tema pues dirán que padezco una zoofilia severa.

Me relaciono particularmente con hombres, y no voy a argumentar porque se me acusará falsamente de misoginia. De acá se dispara lo obvio y si atás cabos, todo tiene que ver con todo: quizás mi madre sí tenga algo que ver con ésto. Mi viejo era un grande pero ahora está dos metros bajo tierra. Seguro que la está gozando. O se hizo el muerto y se fue a Jamaica. O a Las Vegas.

Iba a hablar de mi vida sexual pero me pareció inadecuado. Creo que estoy viva y es absolutamente necesario hacer algo al respecto. Ta vez sea un poco hedonista, ese sayo sí me cabe. No mucha gente, ahora que lo menciono, sabe lo que es un sayo. Ni mucha gente sabe lo que es un cogollo.

A veces creo que jamás me he enamorado, pero luego me doy cuenta que mi tema es exactamente el opuesto: me enamoro de todas las personas, de todos los lugares y de todos los objetos muy fácilmente.  Y los amo, los amo locamente por un montón de tiempo - en términos de la vida, es menester recordar que dos minutos pueden ser mucho tiempo.

Me llevo muy bien con los extraños; en general son personas muy interesantes y novedosas. Soy definitivamente una filántropa, y aunque de más está decir que la Humanidad hace cuanto puede para decepcionarme; amo a mi especie, nociva como pueda resultar para las otras.

Recientemente quedé atrapada dentro de un espíritu que, a pesar de creerse rebelde, es subyugado por un alter ego represor, autoritario y amante de la rutina y la vieja escuela. Más allá de eso, no quiero salir de su alma; mis manos se disparan hacia su ser (indómitas ellas) porque necesitan sentirlo cerca.  Me quiero quedar ahí, con él y en él; porque tal como yo tiene muchas aristas, sabores y jugos.

Él y yo somos frutas y verduras.

martes, 7 de junio de 2011

Mi gran blanco

El oxígeno mismo me asfixiaba. Desde allí, desde donde yo estaba, te veía claramente, nítidamente. Miré tus pies y la maravillosa proporción armónica entre tus hombros y tu cintura. Te veía así, perfecto, como siempre fuiste - probablemente goces de un año o dos (máximo) de sublime y exquisita perfección.  
Me aburrí y salí a fumar un pucho.

No me pareció indicio de nada en ese momento. Pedí fuego. Pensé en vos, en cómo y cuánto te había soñado, en ese deseo que sólo vos me transmitís, en tu aura, en tu divinidad laica  - o pagana - en tu paso, en tu voz, en tu ritmo, en tus sonidos. Y así, de pensamiento en pensamiento, reposaron mis ojos en un cenicero desprolijo (aún afuera) 
Vi el canto rodado. Muchas veces he pirado que en mi casa ideal debe haber una fuente rodeada de canto rodado.  

Reparé luego en la gente, esa gente que siempre viste colores pastel o marrón o gris o negro. Y quise rojo, quise naranja, quise fucsia, quise flúor.  Esa gente que se llama "María", o "Juan", o "Valeria", o "José", o "Natalia". Me fui entonces con posibles hijos futuros, y los llamé Dafne, Stefano y Filippa. A Filippa, por ejemplo, todos le diremos "Pippa" y seguramente sea mi descendencia con más carácter.  Sería una verdadera cagada que tenga dos varones porque no tengo otro nombre en mente. "Luca" había sido siempre una opción pero hace unos años ya que está de moda, y mis hijos no serán ni representarán algo tan efímero como la moda. 

Volví a la gente ¿será por eso que viste en colores pastel o marrón o gris o negro? ¿porque no están de moda? ¿o no están de moda porque la gente no los viste? 

A lo lejos, el mar. Recordé entonces a Kalani, mi instructor de surf hawaiano imaginario. Sus palabras siempre han sido sabias, oportunas, precisas.  Cuando uno se acopla a la ola, y es uno con ella, debe seguir siéndolo sobre todo si aparece un gran blanco.  El tema es así: según Kalani (mi instructor de surf hawaiano imaginario) si el tiburón quiere comerte, pues venga que lo hará de todas formas. Si uno intenta nadar en estado de shock, sólo causará un bullicio que atraerá al gran blanco; acelerando así el proceso. 

Pedí un café. El tráfico se ve entorpecido con el extraño funcionamiento de los semáforos.  Desde acá, desde donde estoy, desde donde te veo sólo si tuerzo mi torso hacia la izquierda, el tráfico no se embotella, sino que hace movimientos de cha cha cha, y las bocinas son Bach y el smog es Chanel Nro 5.
Acá, en este lugar donde estoy ahora mismo, murió una vez un arco iris que nacía en el Teatro Solís. Nunca he podido sacarle buenas fotos al arco iris. Ni a la Luna. Y estoy segura que eso significa algo.

Apuré el café, que ya estaba tibio y apuré con él mis ganas en el sorbo infinito del placer. Algo moría en ese momento y no sabía qué. Si caminaba uno o dos o tres pasos a mi izquierda, quizás te podía ver.  Aun te hubiese podido ver así, tan inmaculado, tan omnipotente. Quise decir tu nombre, pero me dio asco.  Ni hablar de tu apellido.  
Poco a poco muchas cosas me fueron claras, epifanías amorosas montevideanas: Pippa no podía ser tu hija. A Filippa no le sentaría bien tu apellido, que, oh, cruzó mi mente una vez más y me era evidente. Ya no serías el padre de Pippa, y eso cambió muchas cosas en algún lugar de mí. 

Ahí estaba, en medio de la nada sin pucho ni café ni padre para Pippa. Me viste. Me miraste. Me sonreíste. Tus mandíbulas abiertas venían hacia mí. Y me quedé quieta, me acoplé de inmediato a la ola. Porque en estado de shock, no es aconsejable causar un bullicio.

Adiós

Quiero no dejar de quererte
hoy te vas, ya te fuiste
siempre erguido y con paso firme
ya estás lejos, donde yo no llego
y donde está bien que no pueda llegar.

Quisiera no dejar de quererte
me es imperioso recorrerte una vez más
recorrerte como jamás te he recorrido
como si fueses hoy, por simple capricho
lo que ya no fuiste ni nunca has sido.

Quiero no dejar de quererte
quiero no tener que dejarte
se va con vos otro sueño de lo posible en potencia
de lo potencialmente amado
y será un lujo algún día volver a amarte.

Quisiera no dejar de quererte
mantenerme en vos y en tu boca mis labios
porque allí donde colapsa el deseo acumulado
será donde yo me despida
aunque tus besos llegarán después.

sábado, 4 de junio de 2011

Asociaciones.

No sé qué pesa ni sé qué duele. Las noches de fiesta dejan racimos de resaca sobre mi mesa de luz. El exceso de trabajo no se refleja en mi economía, pero el dinero es a la vida como el humo al rocío.

Hierve el agua para un antigripal, un té y un café. Los fines de semana son escaparates dentro de un caleidoscopio kafkiano, una nítida nube de hechos que nadie puede reconstruir, porque la nostalgia es a la memoria como el fondo al vacío.

Mis ojos se llenan de nombres y de lugares, de sustancias y fluidos. El sentir existencialista se desvanece entre mis dedos como arena; y tu boca es a la mía como el hambre al día festivo.

Aquellos niños (los que fuimos) aún se tropiezan por no atarse los cordones. Crecimos. Estudiamos. Trabajamos. Nos juntamos haciendo pares. Dentro de todo, hicimos las cosas bien. Tuvimos hijos. O quisimos tenerlos. O abortamos. O usamos condones. O tomamos anticonceptivos. Creí en el amor e hice poesía. Creí en el deseo e hice poesía. Dejé de creer y escribo una prosa pesimista y lúgubre; pero estoy segura de ser mejor que las tres hermanas Brönte sumadas.

Elegí una habitación sin ventanas. Dije que el "afuera" dependería sólo de mi mente y lo sostengo. No hay imágenes dadas, prestadas, descritas. Todo lo que no es inmediato me necesita para ser; y entre palabra y palabra el té se enfría.

¿Qué es el miedo? No sé, no lo siento. Pero debe ser sólo una sensación; como lo son los posavasos o los pañuelos descartables. La Luna es al amor como tus ojos a mi hoja en blanco.

Aprendimos a compartir. Aprendimos que ser egoístas, de vez en cuando, no es un defecto. Aprendimos a amarnos y a auto - flagelarnos. Aprendimos ciencias y letras, y nos olvidamos de lo aprendido con el primer orgasmo.

Mucho Punta del Este, mucho verano. Muchas hormonas y mucha sangre. Hoy, los buenos amigos, siguen siendo los amigos de antes. Hemos sido coherentes: supimos perdonarnos y entendernos. Memorizamos las tablas y el abecedario y no fue en vano. Las caricias son al Hombre como el fuego al tiempo perdido.

Tus hijos son también mis hijos y los hijos de la Tierra. El Universo es a tu piel como el brillo es al espíritu.  Tus hijos son también mis hijos porque de alguna manera, yo también los he parido.  Y he parido, si se quiere, a todos los habitantes del mundo. Las flores, los árboles, la fauna y el océano son mis hijos.

Dios se fue por la puerta trasera y dejó de existir. Elegí una habitación sin ventanas para poder creer en dios y dios es al Hombre como el cigarro al cáncer de pulmón.

El fuego se consumió. Los sabios recitan libros. La publicidad es a las ideas como los caballos a mi burbuja onírica. Morfeo extiende sus brazos, me espera y me agita. Me ama como amé en su momento a todos los hombres por los que jamás sentí nada.  Y la vista es a la memoria como el orgullo al olvido.

Mueren, hoy mueren. Yo dibujo a una libertad indecisa y manipuladora, títere de otrora.

Y tu amor es a mi pecho como tu persona a mi poesía.

viernes, 3 de junio de 2011

Malo en la maleza

Ríes, y porque ríes creo tener frente a mí al más bello de los seres
Vives, y con tu paso vas dejando por el mundo eso que de tu piel se desprende:
esa luz, esas cenizas, y unos secretos mal guardados que olvidaste en el placard

Miras, y si me miras un poco más, amor, te doy mi vida y el pasado y el futuro
y esos tiempos que vendrán, de los que nada sabemos pero si vivo junto a vos
esos tiempos venideros han de ser los más felices de los tiempos

Lloras a escondidas pero sé que lloras tanto y que sufres y que mientes
siempre vos, prefabricado y con impulsos de innovar
¡esas amantes que te aman no te aman como amantes!
Simples, tontas, retorcidas que no saben darte más
Niñas que se creen mujeres porque usan maquillaje

Tocas, y tus huellas digitales trazan mapas en mi Sur mientras mi Norte te humedece
vos en llamas, vos sos vibra, sos buen vino y sos pan de cada día
sos excepción de reglas y aunque siempre predecible
fuiste malo en la maleza y oscuridad para la Luna Llena

Gritas, y con tu voz trajiste al mundo palabras jamás oídas
de tu garganta es el viento que sopla y de ella también mi lengua
Dijiste que podía ser cierto ¿lo era?
¡Si sólo pudiera quererte, hombre fiera, te querría como nadie te ha querido!
¡Lo juro, es cierto! ¡Te amaría como si alguna vez me hubieses merecido!

Animal Print

Somos leones de fuego
leones que danzan,
leones de sol y de luna
Somos leones extraños
leones de playa

Hambrientos leones de ganas
somos leones de cuerpo y leones de alma
vos, león de mar que baila, ríe y salta
yo leona en cuyo vientre crece tu raza

Nosotros, leones amantes del cielo
caemos libres desde la mirada más alta
y a destiempos del mundo, como si nada
leones salvajes, nos crecen alas.

Abriendo fuego

Desde que yo te amo
todo me parece poco
y hasta tu ira me seduce
tu inestabilidad me provoca
te amo tanto en tu luz como en tu oscuridad
y nadie ha sido tan amado
desde que yo te amo
y no envejeces desde que yo te amo
y ya no sos vulgar
desde que yo te amo
nadie se te asemeja
desde que yo te amo
vivimos abriendo fuego
desde que yo te amo.

miércoles, 1 de junio de 2011

Olvido

Tanto he escrito en tu nombre
de este incontrolable deseo que me arrastra hacia vos

He escrito a tus ojos, a tu boca, a tu piel
y he cantado a tus verbos, a tu alma, a tu sexo

Mencioné cuanto pude de vos y dando mínimos detalles
de tus comisuras y alguna incipiente arruga
de tus pies, tu pecho erguido
de por qué sobre tus hombros descansa el Sol

Y simple como es de decir
aunque en la complejidad que la confesión necesita
se me ha olvidado decirte, tal vez he sido prudente
que aunque ni te mire, ni te lo cuente
y aunque no debería quererte; te quiero.

Plural

El tiempo nos ha dado su veredicto y archivó nuestro folio como un caso prescrito que en otro contexto pudo haber sido; pero es difícil dar y difícil ser cuando no hay péndulos que nos revelen  nuestra esencia.

El espacio que nos separa nos da mensajes ambiguos, como jugando a adivinarnos, a manipularnos: "que sí", nos dice y vamos a toda velocidad; "que no", nos grita y nos detenemos sin saber bien qué decir.

Para nosotros, los que fuimos, ya no nos es posible volver. Todo lo que tuvimos cobró un tono grisáceo; y hoy al levantarnos nos dimos cuenta que nuestras sonrisas no eran reales, que murió la ilusión, la seducción, el éxtasis.

Yo intento nivelar el pedal con la rueda: lento, lento, lento y me extiendo a velocidad supersónica por los recuerdos que no me dejaste. Aquellos, nosotros, los de antes y éstos, vos y yo, los de ahora. Vos siempre tan allá, tan majestuoso y vil; yo muy, muy cerquita, muy acá.

Hoy sólo hay nubes negras donde una vez hubo sol; y casi, casi en alucinación, tu voz, siempre tu voz en movimiento, que da vueltas y llega a mí desde todos lados, hacia mi sexo y mi centro.

Quisimos playa. Quisimos música. Quisimos libertad. Fuimos en sueños.

Porque todo este tiempo te he mirado sin decir palabra alguna, te miro y te toco con mis pestañas, desde lejos. Te miro y te amo en todas tus formas. Vos sólo estás y yo, desde acá, simplemente te veo pasar. Porque por poco no sé quién sos. Desde el comienzo, he sido yo. Nunca vos. Sin plural.