corrompiendo cuerpo, burlándote de la materia
y cayó en tu alma la mugre ajena
de quienes se dicen amantes tuyas
Mojó tu semen las páginas de aquel libro
y de rodillas jugaste al amor
tarareando un tango sin musa ni notas
Hoy ya sos un ente abstracto y pálido
desgastado hasta los huesos, seco hasta los labios
y yo, ingenua que tanto te quise
y que te quise porque eras libre.
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