tag:blogger.com,1999:blog-65440441952457011992024-02-19T18:35:41.521-08:00Priscila GuinovartTwitter: @PrisUYPris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.comBlogger252125tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-15604029126247607642016-03-07T12:11:00.000-08:002016-03-07T12:11:52.210-08:00On Women's Day. As International Women's Day approaches, I see myself once again in the position of explaining (mainly to women) why I do not celebrate this day; and mostly, why I am not a feminist.<br />
<i><br /></i>
<i>Feminism was originally an awe-inspiring ideology and movement</i>- most are positively solid at first - that fought for equality between men and women. Same obligations and same rights for both genders. It was about respect, common sense and real empowerment: the one that enabled women to work, vote and study, among many other rights that for so long only most men had.<br />
Then, sadly, feminism was twisted. By whom? Basically, by feminist movements.<br />
<br />
These sentences do not have as a point to become a sort of essay. This is just a personal approach to a sensitive topic that has been misunderstood or biased. Or both.<br />
Why do I even bother? Well, because I am tired of being accused of sexism every March, "the month of the woman", as it is called in my country. Who accuses me of such thing? Feminist women, those who claim to fight for "our" independence and liberties, appear to get quite uncomfortable if one with a vagina dares disagree with them.<br />
<br />
So here I go (again):<br />
<br />
<br />
1. In the same way I don't want to be punished or diminished (socially, politically, economically) just for having a uterus, I refuse to be rewarded (socially, politically, economically) <i>just</i> for a uterus.<br />
<br />
2. I am not full of hatred.<br />
<br />
3. Being a woman has its benefits and I, like most women on Earth, use them. Therefore, I will not be a childish hypocrite that enjoys the perks but yet makes a scandal because not everything is as ideal as it is supposed to be.<br />
<br />
4. I do not use victimization as a tool to get what I want. For that, I trust my intellect, skills and emotional strength.<br />
<br />
5. Being a man is not a walk in the park. It is not now, it has never been.<br />
<br />
6. Women rights are violated around the globe every day. It is an insult to those women who suffer from real oppression to cry because someone stared at my butt while walking down the street. We, humans, all together, should fight the oppression that still remains; regardless the gender, race, nationality, education or buying power of its victims.<br />
<br />
Thank you all for reading.<br />
Have a great day, for the reason (s) you choose!<br />
<br />
<br />
<br />
P.Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-29673407925443231672016-02-16T14:02:00.001-08:002016-02-16T14:14:12.261-08:00Cuando odiar está bien: la rubia de Rombai.El hilo más fino de la hipocresía es - si no es que todos sus hipotéticos hilos son, en efecto, finos - ver cómo quienes dicen que odiar está mal y lo correcto es, por supuesto, tolerar; odian sin tolerancia alguna a la rubia de Rombai o a Victoria Rodríguez. Y ese odio, que se desparrama ''valientemente'' por cuanta red social haya, de repente, está copado. Recibe aplausos. Retweets. Se comparte y comenta. Para algunas personas, odiar estar está mal, salvo en muchísimas excepciones. <br />
<br />
Aparentemente - sepan disculpar mi ingenuidad, les ruego - si el odiado es la persona correcta, odiar es <i>cool</i>. Más aún: si se odia en masa, entonces odiar es loable. Como el nazismo, pero sin esvástica. O el bullying, pero sin matón. O, me corrijo, donde el matón son todos por igual. Y si es por igual, seguro debe estar bueno. Porque la igualdad, así sea en el odio, está buena.<br />
<br />
El problema de mis anteriores párrafos es que están en sarcasmo avanzado. Porque no, gente, odiar no está bien. Envenenar no está bien. Tirar excremento al otro sólo porque tengo una herramienta que me permite hacerlo (¡y en público!) no le da al odio un ápice de magnanimidad. Recibir muchos ''<i>likes</i>'' por defenestrar a una persona cuyas acciones no me perjudican en absolutamente nada no eleva al odio al nivel de virtud. El odio, por compartido que sea, es siempre condenable. Es, fue y será un sentimiento vil que debemos evitar.<br />
<br />
¿Por qué nos cuesta tanto ser las personas que queremos o, peor aún, decimos ser? ¿Qué se siente mirarse al espejo y ver a alguien que es popular por diez minutos en una red social (ah, volvió el sarcasmo) por lanzar dardos a la víctima de moda? ¿Es una especie de placer? ¿Qué es?<br />
<br />
No te equivoques: no te quito tu libertad ni tu opinión. Podés, sí, pensar lo que quieras y manifestarlo. Pero la libertad, al final del día, no hacer lo que uno quiera. La libertad requiere sí o sí de responsabilidad, y lanzar mierda es un acto de irresponsabilidad, por lo tanto, este acto es un mero capricho - no libertad.<br />
<br />
Muchos músicos del medio uruguayo se han ensañado con la rubia de Rombai y los... ¿cuatro? ¿cinco? que están detrás. Hablo de músicos grosos, de primer nivel. Ni siquiera aclararé que están en todo su derecho de hacerlo (leer párrafo anterior) ¿Pero saben lo que pasa? Que si Zakk Wylde conociese a Rombai, no entraría en esa. Ni Darryl Jones. Ni Jeff Beck. Ni Jimmy Page. Ni Ray Charles ni Muddy Waters de estar vivos. ¿Por qué? Simple: Rombai no les quita nada. Ni les saca comida de la boca ni gente de sus shows.<br />
Los grandes músicos uruguayos que forman parte del... ¿movimiento anti-Rombai? se olvidan de algo. Sí, ellos son libres de expresar su opinión. Pero el público también es libre, y el público elige cada segundo. Y no se pueden enojar con el público por no elegirlos a ellos.<br />
<br />
En 2014 publiqué mi primer y hasta el momento único libro, ''La cabeza de Dios''. No ando por la vida burlándome de los lectores de ''50 sombras'' o de cualquier cosa que Paulo Coelho haya escrito (o escribirá). ¿Me gustan? No. Para nada. Y ahí termino mi historia. Ahora bien ¿agarrar de punto al público, vilipendiarlo, tratarlo de estúpido y, como si fuese poco, llorar como adolescente porque de la nada apareció alguien más popular? No. No es la mía. Ni Coelho ni la de ''50 sombras'' son culpables de que yo no venda más libros.<br />
<br />
<br />
La rubia de Rombai no sabe cantar - y probablemente jamás aprenda. Victoria Rodríguez es, de a momentos, muy... Victoria Rodríguez, todos sabemos eso. Kanye West es un ser humano que, precisamente como humano, deja mucho que desear; al igual que su esposa y todo ese clan que son las o los Kardashian y lo que sea que hagan. ¿Y saben qué hago yo con respecto a mi ''no gusto'' por ellos y otros tantos?<br />
El concepto es muy innovador y un tanto pretencioso de mi parte pero lean bien: no los consumo. Ya está.<br />
<br />
¡Seré loca!<br />
<br />
<br />Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-64835202041890235872016-02-09T18:59:00.001-08:002016-02-09T18:59:35.827-08:00Serendipia prematura.Había sido una noche como tantas, como las de años atrás. Ella caminaba concentrada en mantener el equilibrio -se sabe que no siempre es fácil - y no miró hacia atrás ni por un instante. Estaba perdida, sí, pero no particularmente perdida.<br /><br />Había, sin embargo, un problema: no sabía tampoco hacia dónde iba. Y, si no hubiese sido porque un chico se lo preguntó, probablemente no se habría dado cuenta sino hasta el mediodía. Se sentó, como pudo, en el cordón de la vereda. Eran como las siete de la mañana o a las nueve y media pero seguramente no era mediodía aún. Muchos borrachos en la calle, muchos con los que probablemente habló, o, quién sabe, mejor no saberlo.<br /><br />Fumó y se quitó los zapatos. Sacó de su cartera objetos definitivamente no suyos, pero a esas alturas, tampoco ajenos. Un labial, un colgante y tapas de botellas de cervezas importadas. Pensó en todo lo que estaba bien en el mundo y en todo lo que estaba mal, pues habría cosas que siempre estarían mal y nadie podría hacer nada para cambiar esas cosas; como los malos olores o los sonidos muy fuertes. O como esa gente, por ejemplo, que te habla antes de que desayunes ¿por qué alguien haría eso? ''Un 'buenos días' da y sobra'' se dijo, o quizás lo dijo, así, para toda la calle, porque para un borracho pensar y hablar son la misma cosa.<br /><br />La otra gente - que era muy poca y también estaba borracha- la miraba extrañada a veces, pero ella los ignoraba. La gente siempre mira pero nunca ve. Ella sabía eso y lo sabía bien, ella era una de esas ciegas a voluntad. Pensó en qué haría mañana u hoy (para los borrachos, ''mañana'' y ''hoy'' son el mismo punto en el tiempo) y quiso irse a la costa o al campo o al extranjero. ¡Hacía tiempo ya que no iba a Uruguay! ¿Por qué? No lo sabía muy bien, quizás por los sonidos muy fuertes, o la gente que siempre habla mucho antes del desayuno. Pero mañana, o tal vez incluso hoy, volvería; al menos por un fin de semana. No. El fin de semana había terminado. Bueno, iría.<br /><br /><br />Se preguntó también si habría dormido con alguien, pero acá todo se hacía demasiado confuso. Creyó llorar pero descartó la idea casi de inmediato, fingiendo una sonrisa para ganarle de mano a cualquier otra emoción. ''La cosa es mentirse a uno mismo'' se dijo.<br /><br /><br />Recorrió todo con la vista: los contenedores desbordados, la mierda de las palomas en los parabrisas, y hasta vio a las palomas pecando. Todo era borroso. La fuente, los árboles. El olor del puerto. Pensó en Diego ¿había salido con Diego esa noche? No, seguramente no. Pero quizás lo vio en alguno de los bares, o se confundió, porque Diego no tenía nada que los demás no tuviesen. Admitía ser incapaz de reconocerlo en una multitud. Y era cierto.<br /><br />Estaba débil y con frío. Se abrazó a sí misma, casi con el mismo asco con el que cualquier persona que la había abrazado hasta entonces había sentido. Y ahí, sí, recién en ese momento, se percató de la sangre, de la herida de bala en el hombro. Supuso que era una bala, echando por tierra la posibilidad de un cañón o una granada. Río. Ella siempre se hacía reír y llorar, podía despegarse de cualquier circunstancia para hacerse un chiste. O para el flagelo. ¡Ella podía hacer tantas cosas! ¿Cómo nadie se daba cuenta?<br /><br />Ya casi se desvanecía y le urgió buscar un último pensamiento. Revolvió toda su cabeza, algo debía haber. No quería irse con el mal chiste de las granadas y los cañones. No quiso tampoco pensar en su hijo porque se pondría triste y ella quería irse feliz, con una sonrisa.<br />
Allá, en la cárcel, en la ''tumba'', había habido algo bueno: Melisa. <br /><br />Y se tumbó a pensar en Melisa, así, tranquila, despacio, muy lento, toda Melisa. Pero Melisa se fue y no dijo adiós. Se fue y no dio motivos. Se fue después de haberla quemado con una plancha de esas de antes. Y así, llorando, dejó de pensar.<br /><br />
<br />
<br />Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-8700961766093386352015-03-10T22:57:00.000-07:002015-03-11T17:45:00.430-07:00Lo indecible. La escritora armaba a su personaje femenino que, lejos de ser 'La niña de Guatemala', debería morir de amor. La armaba y la desarmaba, como hacen todos los escritores cuando juegan a ser el dios de seres que no existen. La escritora sonrió: recordó haber dicho algo por el estilo en alguna entrevista.<br />
<br />
'Debe morir - pensó - porque no soporta la ausencia del hombre que ama. No soporta tampoco su presencia y ni siquiera sabe si lo ama'. Es evidente que todo ello sería mortal, lo supo siempre.<br />
<br />
'¡Qué curioso - pensó la escritora- que necesite justificarme su muerte! ¿Por qué no la puedo simplemente matar?'. Lo mismo se cuestionaba su personaje femenino, no entendía por qué no podía arrancarse a ese hombre, a ese vil hombre por el que mataría ¿quién era él? ¿quién había sido ella después de él?<br />
<br />
La escritora reparó en el mundo más allá de su ventana. No identificaba ningún rostro. Los transeúntes se le antojaban viejos y cansados. Ella escribía, llena de vida para ella, para todos sus personajes, para todos sus mundos. Cerraba los ojos y se imaginaba ser más extranjera de lo que era, se veía como un ser de otra tierra, alguien tan ajena a todo como le fuese posible. Vio a un niño bailando y fue como verse a ella, a ella y a Fabiana, que fue su primera instructora de ballet. El niño se percató de que era observado y rió. También rió la escritora y volvió a sus papeles. Tomó vino.<br />
<br />
'Debe morir porque no soporta tanto dolor dentro, porque se ha perdido, porque ya no es ella. Porque sólo puede hacer nuevos amigos: los de antes la desconocen. ¿Quién era ese hombre al que protegía y apuñalaba? ¿Quién era ese hombre que, hiciese lo que hiciese, jamás podría amarla?'. El personaje femenino y el masculino habían tenido alguna historia poco clara (¿acaso no lo son todas?) también en una tierra lejana, lo que dificultaba el olvido y obstaculizaba la vida. Borrarlo a él era burlar la geografía, era borrar los mismísimos mapas.<br />
<br />
'Debe morir - pensó la escritora- porque apenas si duerme, y duerme sólo para soñar con él, para verlo alejarse, lo sueña sin ella, lo sueña despreciándola, lo sueña riéndose de ella, juzgándola, en fin, matándola. Debe morir - pensó la escritora - o caso contrario, él la mata'.<br />
<br />
La escritora tarareaba una melodía eterna, gris como la ciudad que habitaba. Miró unas cartas, eran unas cuantas. Las comparó. El remitente había sido galante y atento al principio. Supuso, dado la frecuencia con la que había recibido correspondencia, que le había escrito casi a diario. Las cartas se hicieron menos frecuentes y el lenguaje cambió. Se hizo frío y distante y un buen día simplemente dejó de recibir cartas. Leyó reproches que no comprendió, que le eran absurdos. Cuidadosamente, la escritora colocó sobre la mesa la primera y la última carta, una al lado de la otra. Lloró hasta quedar dormida. Tres horas después despertó violentamente: el remitente, en sueños, se alejaba y se reía de ella, le contaba que había al fin conocido a una mujer de verdad. 'Por suerte - pensó la escritora- nunca lo amé'.<br />
<br />
'Debe morir porque no hay escape: de nada sirve jamás volverlo a ver, el daño ya estaba hecho - pensó la escritora. Quizás en volverlo a ver estaba la respuesta, en hablar, en saber qué pasó'. Pero la escritora sabía que el remitente no daba explicaciones.<br />
'El personaje masculino - pensó la escritora - creía que lo que el personaje femenino sentía por él no era sano, que ella estaba fuera de sí, que cualquier cosa que le sucediese - pensó la escritora - nada tenía que ver con él, sino con su misma naturaleza salvaje e irresponsable, con la propia desidia constante del personaje femenino'.<br />
<br />
La escritora se preguntó si el remitente sabría lo que había causado en ella. El escritor masculino, por su parte, estaba muy al tanto de los sentimientos del personaje femenino - y los aborrecía.<br /><br />
<br />
<br />
El personaje femenino - se decidió por fin la escritora- murió un martes -al igual que la escritora - y, por increíble que parezca, del mismo modo, en el mismo sitio, a la misma hora. Ni el personaje masculino ni el remitente se enteraron jamás.Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-71122598490176154862015-02-26T18:28:00.002-08:002015-02-26T18:31:38.917-08:00Daphne.<div style="margin-bottom: 0cm;">
El mundo es un lugar extraño y
empequeñecido. Lo empequeñecieron los libros y los aviones –
tengo una evidente obsesión por ambos.<br />
¿Qué lo hace así de extraño?
Nosotros, sus habitantes.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
Él se llamaba Hugo y yo por
entonces me llamaba Daphne.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Al pasar la colina, y hacia la
izquierda, justo detrás de la única cabaña que daba al río, vimos
a Kaira, que no nos esperaba sino hasta las ocho. Hugo y yo
caminábamos rápido. <br />
Adentro, Ricardo preparaba el fuego. La
mesa ya estaba servida. Habían pasado veinte de las siete.<br />
<br />
Kaira
se había casado con Ricardo hacía ya un año, justo después de
divorciarse de Hugo – con quien yo jamás me casaría. Yo jamás me
casaría.<br />
<br />
Durante la cena hablamos de la economía, de las
elecciones, del cambio climático y de las virtudes que concedía al Hombre la mortalidad.<br />
<br />
<i>Pagliacci</i>, dije, me conmovía siempre. Kaira estuvo de acuerdo y Ricardo encendió una pipa vieja, que seguramente habría heredado o comprado en la tienda de antigüedades rusa (la única del pueblo). Hugo no dijo nada porque él sólo hablaba de sí mismo. <br />
¿Klimt o Kandinsky? Bueno, a Klimt - le dije a Kaira - sólo lo podés comparar con Klimt, pues ni siquiera Schiele... ''¡Sería como comparar a Monet con Rembrandt!'', exclamó Ricardo.<br />
Hugo no dijo nada porque él sólo hablaba de sí mismo y aseguraba no entender el Arte.<br />
<br />
Discutimos sobre la objetivización del ser y la antropomorfisación de lo insulso e inerte en la Literatura, llegando a la alienación y la despersonificación (Kafka, claro está). Todos temíamos, por ese entonces, despertarnos siendo una cucaracha. Menos Hugo, que sólo tenía miedo de sí mismo.<br />
<br />
Kaira servía más vino y quizás nos salteamos el postre, que era un strudel de manzana con pasas (nunca entendí por qué no sustituyen las pasas con nueces, que son mucho más amigables) Pero quizás alguien probó el postre - seguramente Hugo.<br />
<br />
Ricardo, aún detrás del humo, habló de la decadencia de <i>The New Yorker</i>. Yo (cuando era Daphne) conocí a su editor en jefe y me alteré mucho ante tal observación. Kaira vertió un manto de piedad (de vino) en nuestros vasos. Yo dije algo de Warhol, de Nico y de los planos estilizados y espaciosos de Michelangelo Antonioni. ''Antonioni es un director italiano que quiere ser, a cualquier precio, un director italiano'' - bromeé. Todos rieron, con excepción de Hugo, que nunca reía.<br />
<br />
El mundo es un lugar extraño
en el que se toma mucho vino. <br />
<br /></div>
Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-72035559587620392182015-02-24T18:19:00.000-08:002015-02-24T18:19:36.997-08:00Los gatos.<div class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
Él escuchaba la
Sinfonía No. 7 de Bruckner y pretendía, con lentos y torpes
movimientos – de esos que provoca el frío- encender un cigarro.
Él, que procuraba respetar las reglas, fumaría dentro de la
habitación. Él, hoy, sería distinto. Él, hoy, sonreiría. <br /><br />Ella
iba por su segundo vino – su
segunda botella de vino – y cantaba, en el pésimo francés que
tanto la avergonzaba, “<i>Non,
</i><em>je
ne regrette rien</em><em><span style="font-style: normal;">”.
Recordaba su última semana en París, cuando intentó ser turista y
pagó diez euros por un café aguado en un puesto callejero cerca de
</span></em><em>Montmartre</em><em><span style="font-style: normal;">.
Apoyó su copa en una pila de libros que descansaba sobre el piso.
Las lágrimas, cargadas en rímel, dibujaban surcos negros en sus
mejillas. </span></em><em>Non,
rien de rien</em><em><span style="font-style: normal;">.</span></em></div>
<div class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /><em><span style="font-style: normal;">Alemania
era poderosa, gélida, encantadora. Alemania era, sí, una versión
poderosa de ambos. Lejos había quedado el país donde habían
nacido, que era (no casualmente) el mismo. Nunca lo cargaban consigo,
apenas si lo nombraban. Muy lejos estaba aquel país que “parece
más pequeño de lo que es porque está entre dos gigantes, pero
duplica el tamaño de Austria’’. </span></em><br /><br /><em><span style="font-style: normal;">Tocaron
su puerta, la suya, la de ella. Secó su llanto con la manga de su
camisa, que no era suya, sino de él. No era suya pero lo sería por
derecho, por usos y costumbres. Abrió. Era Karl. </span></em><br /><br /><em><span style="font-style: normal;">-
Temperaturas bajo cero y tú de camisa – observó Karl, en
excelente Español. </span></em><br /><em><span style="font-style: normal;">-
He estado en sitios más fríos.</span></em><br /><em><span style="font-style: normal;">-
Supongo que no te refieres a puntos geográficos.</span></em></div>
<br />
<div class="western" style="margin-bottom: 0cm;">
<em><span style="font-style: normal;">-
Me refiero, entre otras cosas, a puntos geográficos.</span></em><br /><br /><em><span style="font-style: normal;">Rieron.
Karl se sentó en el sofá y brindaron con cerveza.</span></em><br /><br /><em><span style="font-style: normal;">-
Piaf no es un buen síntoma ¿verdad?</span></em><br /><em><span style="font-style: normal;">-
Piaf – contestó ella – es lo más optimista que ha pisado
Europa. Después de mí, claro está.</span></em><br /><em><span style="font-style: normal;">-
Después de ti antes de llorar. </span></em><br /><em><span style="font-style: normal;">-
¿Viniste a analizarme, Karl? No es buen día – dijo ella, con
hartazgo anticipado.</span></em><br /><em><span style="font-style: normal;">-
¿Hace cuántos días no es un buen día? - insistió él.</span></em><br /><em><span style="font-style: normal;">-
¡Tenía que haber adivinado las verdaderas intenciones de la
cerveza, amigo!</span></em><br /><br /><em><span style="font-style: normal;">La
gata se sentó en su falda, olía su camisa. El gato caminaba
impaciente, como si no quisiese estar en esa habitación. </span></em><br /><br /><em><span style="font-style: normal;">-
Yo me acercaba a su cuello – confesó ella, con lengua inepta –
no para besarlo, sino para olerlo. Me gustaba su olor. Al final lo
besaba sí, pero sólo porque mis labios lo rozaban
involuntariamente. Mi nariz no es tan grande – bromeó, mientras
disimulaba en vano una lágrima.</span></em><br /><br /><em><span style="font-style: normal;">-
¿Lo amas? - preguntó Karl, pasándole un pañuelo. </span></em><br /><br /><em><span style="font-style: normal;">-
Gracias. Pues fijate tú – el ‘tú’ le costaba mucho, dado su
país de origen – que yo creo que uno ama siempre. A veces, uno ama
un poco más. Fue sólo eso, Karl. Fue un simple ‘un poco más’.</span></em><br /><br /><em><span style="font-style: normal;">-
No te creo. ¿Me amas a mí, por ejemplo?</span></em><br /><br /><em><span style="font-style: normal;">-
¡Claro que sí! - contestó, al tiempo que largaba una carcajada.
</span></em><br /><br /><em><span style="font-style: normal;">El
cuarto cigarro ya no sabía a nada, pero él se había acostumbrado a
que ni el dolor doliese. Bruckner llegaba al éxtasis y él,
adormecido, seguía sonriendo. Pensó en ella, pero por accidente.
</span></em><br /><em><span style="font-style: normal;">Descartó
cualquier posible sentimiento, él podía hacerlo. ¿Ella no? Pues
ése era entonces su problema, no el suyo. Ella se iría y él tal
vez la recordase; no se lo negaba a él mismo. Prefería pensar en
los gatos, porque los gatos jamás le cuestionaban nada. Ella era
emocionalmente violenta, visceralmente ruidosa. Ella se iría y él
volvería a estar con los gatos, sólo con los gatos, que al igual
que él, la querían. Ella se sentía cómoda con los gatos, porque
los gatos jamás se cuestionaban nada.</span></em><br /><br /><em><span style="font-style: normal;">Karl
chequeó el reloj y la miró con apuro.</span></em><br /><br /><em><span style="font-style: normal;">-
Tu vuelo sale de Munich en cuatro horas, ya deberíamos estar en la
estación de tren.</span></em><br /><br /><em><span style="font-style: normal;">-
Dame cinco minutos, Karl.</span></em><br /><br /><em><span style="font-style: normal;">Karl
salió de la casa con su equipaje y la esperó en el auto. Ella se
vistió rápidamente con lo que había apartado (y con la camisa de
él aún puesta) y tomó a los gatos, que la seguían ahora en cada
movimiento, como intuyendo lo obvio. Los besó, los abrazó y lloró.
Aún después de cerrar la puerta, los vio a través del vidrio. Se
alejó un poco y miró la casa por última vez. Subió al auto y
sólo entonces él salió de su habitación, que apestaba a
humo.</span></em><br /><br /><br /><em>Non,
rien de rien</em><em><span style="font-style: normal;">.<br /><br /><br /></span></em></div>
Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0Passau, Alemania48.5667364 13.43194659999994748.4822379 13.269898099999947 48.651234900000006 13.593995099999946tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-19938594049496476582015-02-06T07:46:00.000-08:002015-02-06T07:46:00.571-08:00Mi torturaJusto ayer escribía sobre las pesadillas que tenía al fingir dormir con vos.<br />Justo ayer escribía e, ironía mediante, me quedé dormida.<br />Y volviste a mis pesadillas, a despertarme en la madrugada,<br />
a desahuciarme, a quebrarme, a romperme, a usarme y olvidarme,<br />
a matarme.<br />Volviste a no volver, a no aparecer, a callar, a mirar para otro lado.<br />
Volviste a mis pesadillas, que se parecen demasiado a mis recuerdos.<br />
Volveré yo entonces a fingir dormir.<br /><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirmrRILyRc-FQ6UomBxFltvUFerI6VnBv_FNRAJ_9nGLIiFvRxPN0lFDtlY_orn7XAXfYHAlVM_aehCDogbdWAoLfD8NJyRSukDGnBV5FD9i294hhU2FgpbXpz64rfONA6sdGXwM5X5BLa/s1600/tumblr_m76mn80xg71r7yw31o1_500_large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirmrRILyRc-FQ6UomBxFltvUFerI6VnBv_FNRAJ_9nGLIiFvRxPN0lFDtlY_orn7XAXfYHAlVM_aehCDogbdWAoLfD8NJyRSukDGnBV5FD9i294hhU2FgpbXpz64rfONA6sdGXwM5X5BLa/s1600/tumblr_m76mn80xg71r7yw31o1_500_large.jpg" height="320" width="255" /></a></div>
<br />Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-39663811680958131242015-02-05T18:49:00.001-08:002015-02-06T11:28:36.372-08:00HipótesisYo me hacía la dormida y aun así, tuve pesadillas. Despertaba (¿despertaba?) empapada: de las sábanas, de la calefacción exagerada, de vos. Podría haber muerto ahí mismo, ¿sabés? Podría haber muerto a tu lado - ten a bien quitar toda connotación romántica a esta última frase, me estoy refiriendo a un mero caso hipotético que ya no fue.<br />
De hecho, me podría haber muerto en cualquier punto de nuestra historia: aburrida como vos, insignificante como vos. Bien podría haberme muerto, pero tanto mejor era que te murieses vos.<br />
<br />
¿A quién culpamos, entonces? ¿Al comunismo, a las drogas, al gobierno, al destino? Yo elijo culparte a vos. Y al gobierno. Y al destino. Y a dios. Pero no creo en los últimos tres.<br />
<br />
Bien podríamos habernos amado - ¡imagina tal aberración! O fingido. Yo sí creo que podríamos haber fingido, que no costaba nada, o que costaba mucho menos que todo lo que sí costó. Bien podríamos haber fingido ¿sabés? A mí no me costaba nada hacerme la dormida cuando me hacía la dormida con vos. ¿Por qué no fingimos, entonces, los dos?<br />
<br />
¿Sabés cuál es el problema ahora? Que para mí es demasiado temprano. Que el tiempo no pasa o el tiempo no para, pero el tiempo siempre está haciendo algo que te aleja, que te barre, que te escupe y te asesina. El tiempo es una pesadilla que existe sin que nadie lo sueñe cuando finge dormir.<br />
<br />
Hoy, el más preciado de mis recuerdos, de nuestra historia juntos (''juntos'', entre comillas) es todo lo que bien pudo haber sido y que por tu pura cobardía no fue; todo lo que soñé que fuimos mientras me hacía la dormida.<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhreJZGcV_S_PisUFYy1PYKqCIMmdfnvK5Q3FKxOlSaz902UURCRSbfMwm2ARUgnINDVntt8fockOe-10NBTaGm15-TQe8zdTqvf3HiJ8GjXj_qoncOWuBscTw4vFshofNDqwSBG0ozOFHw/s1600/tumblr_mg8ag0UNAC1qjkugmo1_500.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhreJZGcV_S_PisUFYy1PYKqCIMmdfnvK5Q3FKxOlSaz902UURCRSbfMwm2ARUgnINDVntt8fockOe-10NBTaGm15-TQe8zdTqvf3HiJ8GjXj_qoncOWuBscTw4vFshofNDqwSBG0ozOFHw/s1600/tumblr_mg8ag0UNAC1qjkugmo1_500.jpg" height="320" width="227" /></a></div>
<br />Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-75963343559630745502015-02-05T17:54:00.000-08:002015-02-06T07:47:18.335-08:0005<span style="font-size: x-large;">Desearía que me amaras. Sólo así podría dejar de amarte.</span>Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-56940539506649143772015-02-05T17:46:00.003-08:002015-02-05T18:59:04.872-08:00Separados pero revueltos.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmeI-oXKTleJ7S4cA9K3R46GWaVqCuQ5n7V-jNAC1vkUjiM7CkwueaQN4RyRbWVH8SHF7Lvcvci_FemSqnut8eGLbmQ_vYT6HuM4rQjkcNN9K8vWd0E6qNMG1HEwqlePy8ZlC3FiiPomAS/s1600/girl-middle-finger-wolf-Favim.com-279224+(1).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmeI-oXKTleJ7S4cA9K3R46GWaVqCuQ5n7V-jNAC1vkUjiM7CkwueaQN4RyRbWVH8SHF7Lvcvci_FemSqnut8eGLbmQ_vYT6HuM4rQjkcNN9K8vWd0E6qNMG1HEwqlePy8ZlC3FiiPomAS/s1600/girl-middle-finger-wolf-Favim.com-279224+(1).jpg" height="255" width="320" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: center;">
Todos los poemas, todos los poetas,</div>
<div style="text-align: center;">
una vida entera para conocerte, para amarte</div>
<div style="text-align: center;">
para olvidarte y volverte a conocer;</div>
<div style="text-align: center;">
para cargar mi cruz y la tuya,</div>
<div style="text-align: center;">
que es la cruz del mundo entero,</div>
<div style="text-align: center;">
esa cruz que nadie más pudo cargar.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<br />
<br />
Todas las noches, pero esta noche,</div>
<div style="text-align: center;">
esta noche que se sumerge en un grito mudo y desesperado</div>
<div style="text-align: center;">
que más que grito, es llanto,</div>
<div style="text-align: center;">
que más que llanto, es voz</div>
<div style="text-align: center;">
que más que voz, es la voz tuya.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<br />
Todas las noches con poetas,</div>
<div style="text-align: center;">
que son el absoluto de las noches de la historia,</div>
<div style="text-align: center;">
desde siempre sin vos, desde siempre conmigo,</div>
<div style="text-align: center;">
pero a cuestas tu nombre, pero a cuestas la vida,</div>
<div style="text-align: center;">
hoy te amo de noche, hoy te amo en poesía.</div>
Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-54097034192344761952015-01-26T08:02:00.000-08:002015-01-26T08:02:03.050-08:00Al cielo lo cortan los aviones.<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Asumiré que sos sólo una persona en
un aeropuerto <i>(just someone at some airport)</i> y que nos vemos,
y que vos tenés tres horas de espera y yo tengo cuatro y que
interrumpís mi lectura y que hablamos del libro que leía y de su
autor y de cómo lo conociste en una conferencia. Después nos
contamos de nuestras respectivas horas de espera.<br /><br />Me preguntas
si he comido algo y yo te miento, pero vos te das cuenta de mi
mentira y me traés un capuccino y un muffin – <i>you’re just a
bloke at some airport</i>. Nunca te pregunto adónde vas, porque sé
que iría con vos. <br /><br />Esa es la historia de nosotros y de cómo
nos amamos tres horas en un aeropuerto.<br />Tus maletas eran extrañas
y las mías estaban rotas. Hablamos un rato de ello, si mal no
recuerdo.<br /><br />Te conté parte de mi propia historia, te conté de
aquella vez que estaba en un aeropuerto, que no era éste, que era
otro, y que alguien se me acercó y me preguntó si iba a París, y
le dije que no, y me preguntó por qué, y que me lo cuestioné todo
el viaje. ¿Por qué no fui a París? No sé, quizás es porque no me
gusta.<br /><br />Vos me contaste otra historia; estabas en un
aeropuerto, que no era éste, que era otro, y que ayudaste a una
señora en silla de ruedas, y que en agradecimiento te ofreció unos cuantos euros que no quisiste
aceptar, y que insistió, y que te compró, a cambio, una de whisky. Así fue que supe que no te gusta el whisky. <br /><br />Caminamos
hacia un café porque a nadie le gusta esperar y decidimos que yo
llevaría tus maletas extrañas y vos llevarías mis maletas rotas.
<br />Hablamos de una película que nos gustó mucho e hicimos
referencia al mismo plano, del tipo tirado en la cama, fumándole a
la cámara. Yo te dije que fumar en la cama es una cosa muy
onettiana, pero resultó que vos nunca habías leído a Onetti y eso,
no sé, tal vez sentí algo en ese momento. <br /><br />A la moza le
hablaste vos porque yo no manejo ese idioma y hablaron, y hablaron y
yo me levanté, fui al baño, y me depilé, y cuando volví vos no
entendiste nada pero lo importante para mí era que todavía estabas
ahí, que no habías ordenado nada aún porque aseguraste no poder
leer mi mente, no saber lo que puedo querer o no. Te recordé lo del
capuccino y lo del muffin y me dijiste que eso era diferente. <br /><br />Me
contaste de la conferencia en la que habías conocido al autor del
libro que estaba leyendo antes de enamorarme de vos y en realidad no
escuché nada de lo que dijiste porque supe entonces por dónde venía
la mano. Creo que mencionaste que había sido en Moscú. En Moscú o
en New York, en verdad no te presté atención y por ello me
disculpo. Vos igual hablaste mucho porque vos hablas mucho, pero sólo
si es de vos mismo.<br /><br />Y ahí las peleas, las discusiones. A vos
no se te puede decir nada. Y a mí tampoco. Que yo me quise ir con un
tipo a París, porque vos sabías que yo quería, y que el tipo se
parecía al actor que le fumaba a la cámara. Cualquier cosa me
dijiste. Pero vos habías hablado con la moza por veinte minutos o
más, y yo vi cómo la mirabas, y la tocaste, yo ya había pasado por
eso. No sé, de repente es como si hubiese recorrido todos los
aeropuertos del mundo, y que siempre te veía, me veías, y vos con
tus maletas, y yo con las mías, queriendo compartir cargas que eran
o tuyas o mías, y que nunca fueron nuestras, pero sobre todas las
cosas, que siempre fueron cargas. <br /><br />Me quise ir y me pediste
que me quedara. Te quisiste ir y me puse a llorar.<br /><br />- ¿Siempre
será así entre nosotros? - preguntaste.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
- Sí. No. Algún día dejaremos de
irnos – te dije.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
- No. Nunca.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
- Yo igual te quiero, a veces. Sobre
todo de mañana, al mediodía se me pasa – te confesé.</div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
- ¿Viste? Cuando yo te quiero es más
bien de noche, alrededor de las diez. Nunca pienso en vos de día –
me dijiste.<br /><br />Y vos te fuiste. Pero antes me dijiste que cuando
me compraste el libro que leía (cuyo autor conociste en una
conferencia en Moscú o en New York) hacía ya seis meses, jamás
pensaste que demoraría tanto en leerlo.<br /><br />- Pasa que sólo lo
leo en los aeropuertos – me excusé.<br /><br />Y vos te fuiste. </div>
Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-5315021172853255582014-08-15T13:17:00.004-07:002014-09-16T09:45:26.880-07:00CitaPara aquellos que me leen por este medio:<br />
<br />
El lunes 22 de setiembre, en la Biblioteca Nacional de Montevideo, a las 19:00 horas, estaré presentando mi libro ''La Cabeza de Dios''.<br />
<br />
¡Los espero!<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsX97DzMNyLP-0GRRL_Znr16ZH9xavBdkQxrNqhNxIGyUSKQG-BUO4925av6xj9qDFXN3G40foZ5WqzAfcRXm9JGM0VIeOY60Sv6c1D6w9W99MZwi9fEI0vBMmHBaQyZQJ4xUXU-gKac-l/s1600/invitaci%C3%B3n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsX97DzMNyLP-0GRRL_Znr16ZH9xavBdkQxrNqhNxIGyUSKQG-BUO4925av6xj9qDFXN3G40foZ5WqzAfcRXm9JGM0VIeOY60Sv6c1D6w9W99MZwi9fEI0vBMmHBaQyZQJ4xUXU-gKac-l/s1600/invitaci%C3%B3n.jpg" height="200" width="320" /></a></div>
<br />Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-36205457759879223162014-05-05T16:29:00.001-07:002014-05-05T16:29:08.859-07:00Entre Venus y Marte: la Tierra- Ah, y también soy feminista - dijo él, como enumerando alguna supuesta cualidad.<br />- Yo no - contesté; y pedí la cuenta.<br /><br /><br />Escena real y relativamente cotidiana en mi vida. Pues bien, como habrán correctamente inferido, yo no soy feminista. ¿Por qué? ¿Y qué significa no ser feminista? ¿Está mal?<br /><br />No soy feminista, primero y ante todo, porque no creo en la superioridad de un género y / o sexo sobre el otro. Ya sé, ya sé, ya sé: acá es cuando te apurás a decirme: ''no entendés nada, Pris, el feminismo apunta a la igualdad entre mujeres y hombres, no a la superioridad''. Y acá es también cuando yo digo que sí, que es exactamente ese el objetivo del feminismo (al igual que el del machísmo). ¿Por qué? Porque si yo apunto a la igualdad entre hombres y mujeres (algo que sí hago) reivindico Derechos Humanos. Toda persona tiene derecho a la educación. Todos los seres nacen libres en igualdad y derechos.<br />Es decir, como defensora de los Derechos Humanos que soy, defiendo los derechos (y recuerdo las obligaciones) de cada ser humano en el planeta; independientemente de su género.<br /><br />Para ser aún más clara: si yo protesto contra el uso impuesto (léase el ''impuesto'' con particular atención) del burka, lo hago porque se están coartando los Derechos Humanos de una persona, y eso es humillante, denigrante y violento. Ésto viola, por ejemplo, el artículo 5 de la Declaración de los Derechos Humanos. Pero yo jamás (¡jamás!) saldría a protestar sólo porque quien es obligada a usar burka es una mujer. Espero explicarme e intuyo hacerlo, aunque sé que habrá quienes me malinterpreten, accidental o voluntariamente.<br />
<br />Más simple todavía: yo defiendo los Derechos de una persona por su calidad de persona. Con eso a mí me basta, con que sea persona. Yo no defiendo ''un poquito más'' a alguien por tener próstata o útero. Eso, para mí, es irrelevante: lo importante, lo trascendental, es que es humano.<br /><br />Claro, esa soy yo y seguramente estoy en una especie de bancarrota moral.<br /><br />Pero esperen, hay más.<br /><br />El feminismo últimamente se ha deformado en una especie de ideología anti - hombre. Por todo lo que expliqué anteriormente (lo de ser pro - persona ¿recuerdan?) yo no fui, ni soy ni seré anti - hombre.<br />Por lo que expliqué y por odiar las antinomias en general, honestidad mediante.<br /><br />En la misma línea de acción del ''no te defenderé sólo por tener próstata o útero'', está el ''no te atacaré sólo por tener próstata o útero''.<br /><br />''Ser mujer no es fácil'' - dicen. Y ciertamente que no lo es. Y yo me pregunto ¿quién les dijo que ser hombre sí es fácil? ¡Cargar con obsoletos roles sociales desde el nacimiento de los tiempos! El cazador, el que se gana el pan, el que no llora... ¿Yo? Paso. ¿Yo? Te la regalo.<br /><br />''Las mujeres están sometidas a alcanzar estándares de belleza irreales'' - alegan. ¿Y los hombres no? Vos, cóngenere que estás leyendo ésto, imaginá lo siguiente. Vas caminando por la calle y te encontrás a tu diestra con un rubio esbelto, de vientre bien marcado y algo musculoso; y a tu siniestra con un hombre de 170 kilos, algo pelado y bajito. Yo no te creo que vayas a mirar más a tu izquierda. ¿Eso no es pauta, entonces, de que el hombre también debe ''cuajar'' en determinados estándares?<br /><br />Que la Publicidad explote más unas imágenes que otras no es culpa de los hombres, sino de todos nosotros como sociedad y de nuestra forma de consumir. Si no nos gusta (y realmente espero que no nos guste, en masa) cambiemos nuestra forma de consumir y los motivos por los cuales consumir. Es bien simple.<br /><br />Y si bien tengo unas cuantas razones más para no ser feminista, acá les dejo una que quiero agregar muy especialmente: 'PUTA'.<br />
<br />En lo personal, a quienes más he escuchado tildar de ''puta'' a una mujer... ¡es a las mujeres! Y casi que sistemáticamente, les diré. <br />Compulsivamente repiten aquello de ''si un hombre se acuesta con muchas mujeres, es todo un macho, si una mujer se acuesta con muchos hombres, es una puta'' *. ¿Es una puta para quiénes, estimadas? Sí, estoy muy al tanto de cómo fueron las reglas sociales que nos precedieron, y sí, nosotras perdemos por goleada. Pero se supone (¡!) que ahora es diferente, que hemos avanzado... y yo sigo escuchando lo mismo, de las mismas personas.<br /><br />Creo que dos o tres veces en mis no importa años, he escuchado a un hombre calificar de puta a una mujer.<br /><br />Las mujeres somos increíblemente crueles entre nosotras; y es hora de admitirlo porque es hora de cambiarlo.<br /><br />Sobre este tema escribí por primera vez a mis diecinueve en mi columna en un semanario del departamento del que soy oriunda (Maldonado) y abogaba por una sociedad más ''sesista'' y menos sexista. No importa cuántos años después, me encuentro haciendo lo mismo: no se trata de que seamos iguales (¡porque no lo somos!) se trata de tener los mismos derechos y las mismas obligaciones, y de nuestro deber moral de respetarnos ya que hombres o mujeres, primero, somos personas.<br /><br /><br />Igual como que yo no sé hacer amigos ¿no?<br /><br /><br />¡Muchas gracias!<br /><br /><br /><br /><br /><br />* Igual no es una competencia, tranquilos.<br /><br /><br /><br /><br /><br />@PrisUY<br />Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-10479717519057377572014-04-07T19:45:00.004-07:002014-04-07T20:00:24.087-07:00La maternidad como tiranía.Varias cosas suceden alrededor de una mujer que ha decidido no tener hijos; pero de todas ellas, e incluso pesando más que el juicio mismo, está la (muy, muy maldita) especulación.<br />
<br />
Pues sí, una mujer (y podría hablar de cualquier mujer, pero escribo yo, y por lo tanto estoy hablando de mí también, de mí sobre todo) dice 'no' a la maternidad y surgen especulaciones de este corte:<br />
<br />
a. ''tuvo una mala infancia''<br />
b. ''en realidad quiere tener hijos, pero dice que no porque sabe que es una persona muy compleja y por lo tanto, es difícil que de hecho los tenga'' - sí, es muy complicado seguirle el hilo a ésta, pero pasa.<br />
c. ''eso lo dice ahora''<br />
d. La de arriba, con el agravante de ''...porque no ha conocido al hombre indicado todavía''.<br />
e. ''no le gustan los niños.''<br />
<br />
¿Acaso ser madre es una obligación? ¿Quién impuso tal tiranía en el mundo? Tener la facultad de hacer algo ¿implica su ejecución?<br />
<br />
Es muy loco. Y ese es el más ameno de los adjetivos. Es cruel, porque todas las imposiciones, todo aquello que atente contra la libertad del individuo en su manifestación más íntima, es cruel. Y, quien sea que imponga deberes sobre la intimidad de un individuo, señoras y señores, no es otra cosa que un tirano. En este caso, el gran problema es que ese tirano es la mayor parte de la sociedad, desde que el Humano pisa la Tierra.<br />
<br />
Primeramente, me dedicaré a 'responder' algunas de estas tan poco felices especulaciones.<br />
<br />
a. Cállese, Freud. ¿Ahora son todos psicólogos? Si por tener una mala infancia una mujer rechazase la idea de la maternidad, le aviso que no seríamos hoy siete mil millones sobre esta roca que gira alrededor del Sol. No sea tan simplista, amigo. Abra la mente.<br />
<br />
En lo personal, no sólo no tuve una mala infancia, sino que tuve una muy buena. Éramos una versión uruguaya y laica de los Ingalls - la oración está en pasado simplemente porque me estoy remitiendo a mi niñez; es decir, mi familia sigue siendo excelente y lo más importante: sigo teniendo familia.<br />
<br />
b. No, no quiero tener hijos. ¿Por qué? Tengo muchos motivos y poco tiempo, pero ¿por qué debo justificarme? Cuando una mujer dice ''quiero tener hijos'', nadie le pregunta el porqué. ¿Por qué debería yo argumentar mi respuesta? ¿Se supone que si no quiero ser madre, soy ''rara''? Si es así, entonces soy yo quien pregunta (quien grita) ¡¿por qué?!<br />
<br />
c. En mi caso personal, es algo que afirmo desde los doce años. Y, lector, hágase una idea: han pasado veinte otoños desde entonces. Siempre lo tuve muy claro.<br />
¿Soy una persona compleja? Sí. Una persona profunda. No soy, en absoluto no lo soy, una persona simple. Pero desestimo que ésto tenga algo que ver con mi reticencia a dar la teta. Conozco muchas personas con una interesante e incluso más compleja psique que son (ejemplares) madres y padres.<br />
<br />
d. Estamos de acuerdo en que la mujer, a efectos de quedar embarazada, necesita esperma. Hasta ahí leemos todos la misma página. ¿Pero qué es eso de que ''no quiero ser madre porque no he conocido a mi hombre ideal''? Para mí, eso es como decirme ''no te vas a comprar ese helado porque no han florecido las violetas y el agua hierve a 100°''. Sí, para mí es ese el razonamiento ''lógico'' detrás de tan infame suposición.<br />
<br />
Hay algo terrible en esta afirmación: ¡reducir a un niño, a un ser humano, a una especie de regalo que la hembra le hace al macho cuando se enamora! ¿Se dan cuenta de la gravedad del asunto? Y habrá quienes dirán, ''no, pero es natural que cuando una mujer conoce a un hombre quiera formar una familia''. Primero y ante todo, yo ya tengo una familia - una muy buena, reitero- no veo la necesidad de formar otra (o de incluir gente en la actual). Y, más profundo aún, ¿qué se supone que es natural? No es natural que volemos, y tomamos aviones. No es natural que nos podamos comunicar al instante con cualquier persona en cualquier punto del mundo, y usamos teléfonos e internet. ¿Qué es lo natural?<br />
No, estimados, no es natural, es impuesto y lo hemos aprendido y repetido, pero no es natural. Las mujeres tenemos sí, la posibilidad natural de tener un hijo en nuestro vientre (y sin un poco de ayuda masculina, tampoco llegaremos lejos) pero una posibilidad no implica - ni debe implicar- obligación.<br />
<br />
e. Otra vez, es como afirmar que porque no me gusta la lechuga, no debo vestirme de verde. Una cosa así, un disparate así.<br />
Yo amo los niños (soy docente), en pocos intelectos confío tanto como en aquéllos de los niños, su creatividad y su falta de prejuicios me conmueve e inspira. ¿Qué cacería de brujas es ésta? ''Como sos mujer y no querés ser madre, entonces eso es una clara evidencia de que odias a los seres más vulnerables y adorables de la sociedad''. ¡¿De verdad?! ¿Es éste un planteo real?<br />
Yo, en lo personal, lo he escuchado.<br />
<br />
La gente elige su profesión, su barrio, la ropa que se pondrá un día en particular, su modelo de celular, su mascota, sus amigos... yo elegí no ser madre; y es una opción tan válida como cualquiera de las anteriores.<br />
¿Ha cuántas personas ha escuchado usted argumentar, una y otra vez - en pos de no convertirse en un paria - su peinado? Ésto es, guste o no, exactamente lo mismo.<br />
<br />
<br />
Muchas gracias.<br /><br /><br />@PrisUYPris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-48160454043931751462014-02-13T19:15:00.003-08:002014-02-13T19:15:39.783-08:00Statu Variabilis<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Yo no sé ni sabré
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
por qué el viento y la lluvia</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
aún me besan y desnudan<br />ni por qué
mis pies<br />pareciesen no entender de caminos<br />o rutas,<br />pero tal
vez sí sepa – muy en mí,<br />porque todo saber es siempre <br />un
secreto-<br />por qué el tiempo no me afecta,<br />por qué los años no
me dañan,<br />por qué, a pesar y contra todo<br />aún beso<br />aún
amo<br />aún canto<br />por qué mi vida, incluso en mis<br />derrotas,<br />sigue
siendo generosa,<br />sigue dándomelo todo<br />para volvérmelo a
quitar<br />y yo,<br />que no tengo certeza alguna, <br />que no tengo
tiempo<br />ni piel propia,<br />arrojo una respuesta inmortal<br />una
respuesta imposible</div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
para dormir cada noche<br />con la
respuesta intrínseca que soy yo misma.</div>
Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0Montevideo, Uruguay-34.8836111 -56.18194440000002-35.092183600000006 -56.504667900000022 -34.6750386 -55.859220900000018tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-35433633152815708642014-01-08T23:21:00.000-08:002014-01-08T23:21:34.467-08:00Into the blue. Sentía por él lo que se siente por la ropa que no se usa pero que no se tira tampoco. Él dormía y yo fingía dormir - me enteraría luego que su sueño era también fingido: hablamos de un hombre sensato.<br /><br />Nuestras cuerpos desnudos se fundían en un azul infinito (como todos los azules) y yo intenté un abrazo. Apoyé mi mano sobre su espalda fría y conté tres lunares que podían ser pecas grandes o antojos de una madre supersticiosa. Bien podrían haber sido cientos y no tres. En esos cálculos estaba yo cuando me vi.<br /><br />Me acerqué y me senté en su cama, junto a mí. Sonreí y jugué con mi pelo.<br /><br />- ¿Cómo estás? - me pregunté.<br />- Tengo frío - me dije, sin mayores sobresaltos.<br /><br />Nunca supe - nunca supimos, si nos referimos al momento que nos convoca- contestar tan común pregunta. Supongo que porque la respuesta es larga y sé que la gente se aburre fácilmente.<br /><br />Yo seguía sentada y yo seguía acostada, pero ya no sentía frío.<br /><br />
- Si pudieras ¿lo querrías?<br />- Si pudiera, le prepararía el desayuno.<br /><br />Ambas reímos a carcajadas. Temí despertarlo (temí yo) y ahí me percaté de que éramos una, pero éramos dos. Yo era yo, pero también era ella.<br /><br />Ella - más ella que nunca, tan ella como pude ser - rodeó el lecho, que ahora simulaba un océano, y lo examinó. Ella lo veía (adiviné) por primera vez. Adiviné también que me haría más preguntas: ya éramos tres.<br /><br />- ¿Por qué no lo querés?<br />- ¿Debería?<br />- No sé. Supongo que sí. Aunque quererlo, debo admitir, sería tan condenable como no quererlo en absoluto.<br /><br />Calló.Imagino, porque sus propios pensamientos y especulaciones respondían lo que yo no.<br /><br />- ¿Cómo lo vas a recordar? Porque lo vas a recordar ¿verdad?<br />- Sí - le contesté, casi interrumpiendo - lo recordaré como se recuerdan a los veranos ¿Viste que a los veranos se los recuerda como si no hubiesen sido realmente? Bueno, así.<br /><br />Sentí más confianza de la debida. Después de todo ella -yo- estaba ahí conmigo, y había llegado ahí como los sentimientos: burlando la razón. Ante un silencio que interpreté violento, continué la conversación.<br /><br />- ¿Viste lo que es esta cama? Es rara... siento que me voy ahogar en ella, que me tragará. Es como si estuviera viva o comiese vidas. Aunque no es sólo la cama, es la habitación, pero la cama por sobre todo.<br />- Tiene los ojos tristes - comentó, como exigiendo de mi parte una explicación.<br />- Como su pasado - respondí - y probablemente como su futuro.<br />- ¿Y?<br /><br />Noté que ya no hablaba: increpaba, acusaba, violentaba. Preferí ignorarla y ensayar una respuesta que la satisficiese.<br /><br />- Los hombres tristes no saben amar. Lo supieron en el pasado, antes de ser tristes. Ningún hombre nace triste. La vida y el amor los entristece, los empequeñece, los avejenta, los aísla. Sobre todo, los automatiza. Todo comienza a ser mecánico y extremadamente racional.<br />
<br />Sonreí. Supuse que mis palabras la habían abrumado o que, en la más optimista de las posibilidades, no le hacían sentido.<br /><br />- No te explico para que me entiendas - agregué - sino para que te resignes.<br /><br />No sé cuánto tiempo permanecimos en silencio, quizás - y es muy probable- hayan sido fracciones de segundo.<br />
<br />Se alejó de la cama. Imaginé un extenso sermón, pero bastó una mirada para comprender que se despedía. Sólo una pregunta aventuró antes de irse para siempre, para el siempre de los ilusos: 'y vos ¿por qué estás triste?'.<br /><br />Me di media vuelta para encontrarme de cara a la pared, y creo recordar una ventana, una isla. Él me abrazó, me acercó a su cuerpo. Me percaté de que éramos dos, pero éramos uno. Yo era yo, pero también era él.Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com1Montevideo, Uruguay-34.8836111 -56.18194440000002-35.092183600000006 -56.504667900000022 -34.6750386 -55.859220900000018tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-40162282643965146282014-01-08T19:44:00.000-08:002014-01-08T19:44:22.497-08:00AlmaYo no sé si, con tu alma a cuestas<br />vendrás algún día, descalzo y de torso libre<div>
como tus manos, como tus ojos tristes<br />y serás mío<br />como el cielo infinito que te alberga<br />que cae sobre tus hombros<br />como tus pecados, como tus miserias.<br /><br />Y no sé tampoco si algún día<br />acaso y ojalá que con tu alma abierta<br />será tu nombre el de todos los hombres<br />y el suelo que pisas, mi única tierra<br />y que, al abrazarte ¡quién pudiera!<br />abrace también tu locura<br />y abrace también tus condenas.<br /><br />Pero si tu alma agitada llegase a mi puerta<br />y en tus manos tuvieses mi cálida primavera<br />o en tus labios o en tu pecho, como sea<br />que sea yo parte de ella<br />y que sea yo también eterna<br />para besarte cuando te vayas<br />para vivirte cuando te mueras.</div>
Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0Montevideo, Uruguay-34.8836111 -56.18194440000002-35.092183600000006 -56.504667900000022 -34.6750386 -55.859220900000018tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-45193140668241570472013-10-10T12:22:00.000-07:002015-01-26T12:19:11.326-08:00De Juan Carlos<br />
<br />
Hace un generoso pedazo de tiempo (porque yo pienso en el tiempo así, como algo de lo que se pueden arrancar pedazos, y se puede hacer pedazos) que quiero escribir sobre Juan Carlos. <br />
<br />
No hay nada más uruguayo que el gran Juan Carlos Onetti. Siempre he dicho que hasta los extranjeros de Onetti son uruguayos: cabizbajos, quejosos, un poco tristes y un poco todo lo demás. Y no hay nada más onettiano que fumar en la cama, pero no es el cigarro que sucede al sexo, es el cigarro que antecede a la Muerte (o a la Vida misma, depende de dónde se mire)<br />
<br />
Sería de una soberbia enorme de mi parte hacer un repaso por la literatura de Onetti (O’Nety, como él mismo cuenta o inventa o ambas) porque contrariamente a lo que se nos ha hecho creer, no es fácil leer al caballero de Santa María. Es un autor complejo, no evidente, requiere re – lectura, concentración y una voluntad del carajo. <br />
<br />
Onetti, un autor esencial de la literatura latinoamericana, no terminó el segundo año del liceo (secundario) y se coloca así en las antípodas de Jorge Luis Borges (el erudito) quien, según afirman las malas lenguas, no quería nada – pero nadita- a nuestro Juan Carlos. Sea como fuere, ambos ganaron un Cervantes y se colocan, desde un punto de vista muy personal, junto con Mario (Vargas Llosa) y Julio (Cortázar) como cuatro escritores de lectura obligada que, quien no los haya leído, puede que no haya vivido realmente. <br />
<br />
Juan Carlos Onetti pasó sus últimos años tirado en un lecho madrileño, fumando por supuesto, y añorando a su manera aquel Montevideo en el que había sido feliz pero que, como él, había cambiado. <br />
<br />
Onetti, el lúgubre, el tímido casi antisocial, el negativo, el original, el íntimo, el eterno pesimista, reconocería, con mucha lucidez y razón: ‘yo soy inmortal en la Literatura. No pueden matarme’<br />
<br />
<br />
<br />
Con ustedes, el maestro: <a href="http://www.youtube.com/watch?v=24ghaejzvVY">http://www.youtube.com/watch?v=24ghaejzvVY</a>Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-10696255319619500862013-10-04T12:55:00.001-07:002013-10-04T12:55:22.987-07:00De tus necesidadesPara vos, que tomas lo que necesitas de mí<br />
y luego te vas<br />
me sonrojo, sí, vergüenza me da<br />
gritarle al mundo, admitir<br />
que estoy rogando a los cielos<br />
que pronto, muy pronto<br />
necesites algo más.Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0Santiago, Región Metropolitana de Santiago de Chile, Chile-33.4691199 -70.641997-35.1605294 -73.223784000000009 -31.777710400000004 -68.06021tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-58702169072555090652013-09-30T22:17:00.001-07:002013-09-30T22:17:52.147-07:00Poema Nro. 6Del beso que agita el alma y provoca<br />
arrancando las pieles de las noches sin luna<br />
navegando los mares de tu ausencia y delirio<br />
impidiendo, si acaso, amarte o amarte menos<br />
está el deseo que muere y renace<br />
la vida entera que estoy dispuesta a darte.Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0Santiago, Región Metropolitana de Santiago de Chile, Chile-33.4691199 -70.641997-35.1605294 -73.223784000000009 -31.777710400000004 -68.06021tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-65471681261014393872013-09-30T21:57:00.000-07:002013-09-30T21:57:11.200-07:00Porque te quieroTe guardo muy dentro de mí<br />
ahí nomás, cerquita de mi alma<br />de mis huesos<br />
para tenerte cuando te vayas<br />para besarte en el olvido<br />para cuidarte de todo y todos<br />de mí y de vos mismo<br />para sangrar tu sangre<br />
y llorar tus penas<br />y recoger tus fuerzas<br />o darte las mías propias<br />para no despedirte nunca<br />para no faltarte jamás<br />
para gritarte a veces<br />para quererte siempre.Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0Santiago, Región Metropolitana de Santiago de Chile, Chile-33.4691199 -70.641997-35.1605294 -73.223784000000009 -31.777710400000004 -68.06021tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-41836421987344417322013-09-29T17:51:00.000-07:002013-09-29T17:51:12.216-07:00MolestiaTenés mi poesía, hombre<br />
que nunca leíste y quizá ya nunca leerás<br />
tenés mi cuerpo en tu cama<br />
mis manos en las tuyas<br />
mi cabeza en tu pecho<br />
mi puño y letra<br />
mis secretos y confesiones<br />
mi locura desmedida<br />
mi deseo de tenerte dentro de mí<br />
mi lengua por tu espalda<br />
mi amistad, mi lealtad, mis verdades<br />
mi temperamento agitado<br />
tenés mis gemidos<br />
y mi humedad en tus sábanas<br />
tenés mis silencios<br />
y buena parte de mis palabras<br />
y no me molesta, amor,<br />
que de vos no tenga nada<br />
pero me molesta, y no es poco<br />
que ni siquiera me moleste.Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com2Santiago, Región Metropolitana de Santiago de Chile, Chile-33.4691199 -70.641997-35.1605294 -73.223784000000009 -31.777710400000004 -68.06021tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-12782626046041798342013-09-29T17:42:00.001-07:002013-09-29T17:42:39.450-07:00De tu pregunta. ¿Que qué me pasa? ¡Vaya pregunta!<br />Me pasa que no sé si armarme de coraje y ser fiel a mi orgullo,<br />
y exigirme en tu cama, en tu piel y en tu alma<br />
ya que si no me dieras eso, más prudente sería<br />
que no me dieses nada<br />
o, en cambio, jugar tu juego y tenerte apenas<br />
cuando vos me quieras<br />
cuando vos me llames<br />
cuando a vos se te antoje<br />
cuando no tengas nada excepto a mí.<br /><br />Me pasa, mi amigo, que te quiero<br />
y puede que te quiera mucho, demasiado<br />
y puede que, tal vez, esperar tus besos me agote<br />
y buscarte me duela<br />
y esperarte me aburra<br />
pero irme me asuste<br />
porque no quiero irme realmente<br />
sino que quiero quedarme<br />
pero quiero, mi amigo,<br />
que quieras que me quede.<br /><br />Me pasa que quiero poner el mundo a tus pies<br />
y a mi corazón en tus manos<br />
y a mi lengua en tu boca y tus labios.<br /><br />Me pasa, mi amigo, que por poco te amo.<br />
<br />Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0Santiago, Región Metropolitana de Santiago de Chile, Chile-33.4691199 -70.641997-35.1605294 -73.223784000000009 -31.777710400000004 -68.06021tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-42696772655418155352013-09-23T21:57:00.001-07:002013-09-30T22:00:55.074-07:00De mis capacidades.Yo puedo, relativamente fácil, cuando quieras, sin presión ni apuros, poner el alba a tu nombre.<br />
Puedo también, como quien no quiere la cosa y disimuladamente, dejar morir mis labios en los tuyos para siempre.<br />
Puedo yo asimismo, y ojalá vos quieras que yo pueda, ser tu abrigo, tu voz, tu pulso, tu paisaje.<br />
<br />
Yo puedo bajar mi guardia, mis escudos, mis defensas y toda mi seguridad emocional en pos de que me creas cuando te digo que yo puedo.<br />
<br />
Yo puedo, mi amigo, si sólo me abrieses un poco la puerta y con miedo a que me malinterpretes... ¡qué va! Sin vergüenza alguna ¡yo puedo amarte!Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0Santiago, Región Metropolitana de Santiago de Chile, Chile-33.4691199 -70.641997-35.1605294 -73.223784000000009 -31.777710400000004 -68.06021tag:blogger.com,1999:blog-6544044195245701199.post-37964845728591402432013-09-23T21:37:00.002-07:002015-02-05T12:01:45.920-08:00Promesa. No te vayas hoy<br />
no te vayas por ahora<br />
no te vayas, si acaso, nunca.<br />
<br />
No te vayas de mi vientre<br />
y no me iré de tu pecho,<br />
no te vayas de esta boca que te nombra.<br />
<br />
No te vayas de mi tiempo<br />
de mis espacios infinitos<br />
ni de mi lengua libre que te busca.<br />
<br />
No te vayas, compañero,<br />
de mi ombligo ni de mis senos<br />
ni de las sábanas que nos convocan.<br />
<br />
No te vayas, amigo,<br />
que aunque estés roto te quiero<br />
y que tus manos, antes vacías, ahora tienen las mías<br />
y tu tristeza con mi amor se cura.<br />
<br />
No te vayas, compañero, que planeo dejarte como nuevo.Pris Guinovarthttp://www.blogger.com/profile/01691614515805844024noreply@blogger.com0Santiago, Región Metropolitana de Santiago de Chile, Chile-33.4691199 -70.641997-35.1605294 -73.223784000000009 -31.777710400000004 -68.06021