Hoy tuve un rato libre y salí a caminar. Pensé en lo hecho y en lo que está aun sin hacer. No lo sabía - o sí - pero te busqué en todos lados. Te busqué tanto que me pareció verte. Te vi en los niños y en los rostros más decrépitos.
Probé suerte de besos y morí en la ruleta rusa de tus manos. Bebí de tu agua y te mastiqué con las pestañas.
En fin, el reloj me pisaba los talones. Apuré el paso y tropecé con tu risa. Eso provocó que me cayese en tu carcajada; pero tu sombra, siempre tan atenta, me dio una mano y me incorporé.
Tal vez los rumores sean verdaderos; esos que aseguran que siento algo por vos. Eso dicen, yo no lo creo. Pero lo cierto es que hoy salí a buscarte, me enterré en el asfalto por vos y no lo supe.
El neón del centro se burla de mi manía negada de vos.
¡Qué manera de pasar frío al pedo!
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