domingo, 8 de mayo de 2011

Madrugada

Esta madrugada,
vientos del Sur despeinarán tus sueños
y  un fuego irascible quemará recuerdos
quemará tu cama con tanta nada
húmeda de lágrimas y no de sudor

Y esta madrugada,
más que nunca, duende mío
temblarán tus rodillas al verme
hecha huracán, hecha rabia
hecha mujer y mujer tuya
para ti y por ti esta madrugada
sin luna ni estrellas, sin astros el firmamento

Sólo tu cuerpo, dubitativo y perplejo
sólo mi cuerpo, seguro y optimista
sucumbirán ante la obviedad del deseo
sabiendo que sólo por esta madrugada
seré yo tan tuya como vos muy tan mío

Y no habrá mañana ni después
ya no habrá más tiempo
y arrastrará tu mente, por la vida
el recuerdo de haberte sabido hombre
una madrugada sobre tu cama. 

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