y yo era mujer
semilla y pulpa se confundían
en el jugo del deseo escandaloso
Mi piel y tu piel eran lecho
los cuerpos estorban cuando las almas
impúdicas anhelan acoplarse
profanando el amor
humanizándolo todo
Mojando el tiempo, esos segundos infinitos
caíamos, ingenuos espíritus, ante nosotros
regateando besos, mendigando caricias
desde el fondo de nuestros corazones
que creían, inocentes
que el placer duraría para siempre
Hombre cuerpo – Hombre sangre
Mujer ganas – Mujer fuego
¡Entrañas, carnes, venas!
Cuando vos eras hombre
Y yo era mujer.
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