Otra vez creo no quererte y sé que no te quiero,
pero cuando te quiera tendrás otro nombre,
y otro será tu cuerpo.
Otra vez la banalidad ha sido más fuerte
y yo que ni pura ni casta
ni nunca, ni allí, ni ausente
Otra vez tan lejanos y distintos
como ángeles de la tierra
tan faltos de nada, cubiertos de hierba
¡Y yo que quería quererte como a nadie
amarte por ese siempre tan finito y limitado!
Tejerte un sueño pálido y ronco
como si todos los sueños pudiesen ser soñados.
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