martes, 29 de mayo de 2012

El Hombre Triste

El Tiempo es una ilusión de cristal, un capricho de la Luz
El vientre del hombre triste tiembla
El hombre triste balbucea, grisáceo, respira

La Muerte estrepitosa le mira
Tuvo historia, tuvo tiempo y lo echó a perder
El hombre triste fuma boca arriba tirado en el sofá

Miseria, hambre, sed y derrota
¿Amó? ¡Pobre hombre triste!
Sin café y sin cigarrillos, sin Montevideo y sin Buenos Aires
El hombre triste muere como mueren los hombres tristes:
lento, solos y culpables.

domingo, 27 de mayo de 2012

SCL

El pueblo que me llama, el pueblo que te nombra

Búsqueda

Cuando la noche caiga sobre vos
no busques fe en majestuosos templos
no busques amuletos en los vendedores de fortuna
no busques consuelos en copas, camas y piropos
porque cuando caiga tu noche
cuando estalle tu guerra
yo no sabré estar en otro sitio
que no sea a tu lado, en tu trinchera.

sábado, 26 de mayo de 2012

Mío

Los más elocuentes silencios: tuyos
Las más vacías de las palabras: tuyas
Y todo lo que sale de tus ojos
Más todo lo que tu boca emana
Tu lengua, tu piel, tu alma
Aquello que tus manos tocan
Lo que tu calor deshiela
Lo que tu sexo empapa
Tus dudas y certezas
De tu apatía y hasta tus ganas
Mío como de nadie
Mío solamente, como mi sangre.

viernes, 25 de mayo de 2012

Fines & Afines

¿Qué me arrastra hacia la muerte? No lo sé con certeza. Tengo hambre de vos, o mejor dicho, de nosotros. Porque vos sólo no sos suficiente, y yo sin vos no me basto. 

Hubo calles, asfalto, adoquines, carreteras, playas, campos, nieve, montañas, llanuras, ciudades, pueblos y balnearios: un mundo. El mismo mundo que nos unió parece haber cambiado de órbita y reírse del reflejo de lo que fuimos.

Combinados, la ausencia y el tiempo no me vulneran. No es la falta de sentido lo que me flagela ¡pudiese yo decodificar este Talón de Aquiles! ¿Me mata acaso tu indiferencia hacia mi dolor?  Quizá, tal vez. 

Vos sos aquello que podés ser, lo que te sale ser. Siempre tan más allá, siempre tan fuera de alcance, siempre tan fuera de foco.  Tu paso te delata, evidencia tus carencias, tus rasguños, tus heridas. Quiero arrancar tus penas y vos siempre tan vos, tan lejos de todo.

Y así y todo, te amo todo así. No hemos podido, no hemos sabido evitarnos. Yo en tus sesos y vos en los míos ¡pero distantes en cuerpo, distantes del beso!

Lo he perdido todo - porque vos ganaste y lo sabés. A mí ya no me queda nada, ni siquiera el punto final de esta historia que guardas en tu espíritu conformista, resignado y cobarde.  ¿Amor? Eso también  es tuyo ya; te he dado todo el que tenía para dar.  

¿Qué quería? Una caricia, un abrazo, un intento. Quería un poco más, un poquitito más que esta nada.  Sólo te eran precisas unas palabras para salvarme de la oscuridad en la que vivo desde nuestro adiós. 

Hoy los recuerdos sólo hacen llorar, me hacen sangrarte y padecerte, ¡qué parecido que sos a la mismísima muerte!

Sin embargo, no me sale culparte. No soy yo la que se ocupa de eso - sólo puede repartir culpas el que, en efecto,  tenga la culpa. 
Sin embargo, éste no es el final. Lo inconcluso duele más. Las dagas de los afines clavan más hondo que la de los fines. 

¿Qué me arrastra hacia la muerte? Vos. Quizá, tal vez. Puede también que sea la vida, y ese sería el mejor de los casos.

martes, 22 de mayo de 2012

Diálogo

- Dame la mano que nos vamos - le dije
- ¿A dónde? - me preguntó
- A ser felices. - le contesté

lunes, 21 de mayo de 2012

Tuya la muerte mía

Soy calandria de tu jaula, no jaula para tus alas
Soy el viento que te impulsa y no aquel que te frena
Soy la musa de un poeta analfabeto y mudo
Caminante del camino que me conduzca a tu boca
o me mate en tu indiferente Roma.

Triste y adormecida imito la serenidad de la Muerte
que grita cada vez que calla tu esencia o se refleja en tus ojos
La miseria eterna de amarte todavía y amarte sin embargo
Haciéndole el amor a un vos con otro nombre y otro cuerpo
pero haciéndote el amor a vos.

El atropello de tu mirada y la infamia de tus manos
que me anestesian y me queman desde lejos
no tienen perdón, piedad ni miramientos
y confunden y mezclan mi amor con torpeza
o con eso que a vos tanto te conviene que sea.

Pero sangras cada vez que hurgas en mis heridas
y lloras en cada cementerio en el que me sepultas
porque sabes que tus labios son labios con los míos
que con ella, no son más que cristales rotos
aunque el estertor sea el mío en cada beso que le das
y aunque con cada caricia sea mi vida la que arrancas
y tuya la muerte mía.

domingo, 20 de mayo de 2012

Fénix

Desde el ayer y a la distancia mis ojos gritan tu nombre
te buscan por donde estés y por donde no, especulando tu presencia
adivinando tus pasos y tu silueta
pidiéndote una prórroga, un poco más de nosotros para los dos.

Mi boca procura la tuya, mi piel se enciende desde vos
y reposa en mi pecho un recuerdo vívido e infinito
pasado inmaculado que pretende conjugarse en todos los tiempos
con la pureza de antaño y la ilusión de un mañana acariciando tu espalda.

Fuimos fuego, somos cenizas y, de darme la mano, seremos Sol, seremos fénix, seremos dios.