domingo, 28 de julio de 2013

De mi infierno.

¿Qué por qué te quiero? Porque siendo vos, en el mejor de los casos, el purgatorio;
tus labios son lo más cerca que yo estaré del cielo.




@PrisUY

viernes, 26 de julio de 2013

De los caminantes

Cuando caminó a mi lado no sólo le di mi tiempo, mi más preciada posesión.
Yo, sobre todo, le di la libertad de pisar mi sombra
y en una ciudad que grita
le di la posibilidad de levantarme la voz.







@PrisUY

De las mentiras

'Nos sos vos, soy yo' es la mentira más cierta de mi Historia. Es mi vida, por supuesto que se trata de mí. *



*Epifanía emocional londinense, con sabor a cerveza, a derrota y a viernes. Convencida de que al terminar éste y otros viajes, publicaré mi libro 'Comer. Rezar. Listo'. Sí, los poetas también tenemos sentido del humor.




@PrisUY



martes, 23 de julio de 2013

Papá

Mi padre subió al taxi, rumbo al aeropuerto.

- No te mueras - le supliqué.
- Yo no me voy a morir - me respondió, entre lágrimas.


Esa fue la última conversación que tuve con mi padre, quien jamás me había mentido antes.



@PrisUY

Confesión europea

Hay quienes dicen que no soy poeta porque creo que el amor es la máxima manifestación del ego.
Hay quienes dicen que no soy poeta porque no me gusta París.
Pero por vos... por vos sangraría hasta la sequedad.
¡Por vos sería poeta!




@PrisUY

De un cigarro.

París me recibió sucia y maloliente. El Café de la Paix fue mi guarida hasta pasado el mediodía - hay, a mi entender, más belleza en el Place de l'Opéra que en muchos de los caprichos arquitectónicos frente al Sena.
Lenta, aturdida y dócil, llegué a la Tour Eiffel sobre las tres. Almorcé bajo ese espantapájaros de hierro asqueada; no fue fácil encontrar un lugar sin la mugre del que llegó y partió antes, algún sitio sin bolsas plásticas ni colillas de cigarros. 'Son sólo puchos', pensé.
Quise creer que estaba sentada justo donde Guy de 
Maupassant; y que estaría rezongando entre dientes tal como alguna vez lo hizo él. Quise ser Guy desde lo más profundo de mis entrañas.

Hay en mi útero más amor que en todo París, pero él me resulta emocionalmente caro, casi impagable. Otro nombre, otro cuerpo, otras manos, otros ojos ¿pero era él otra persona? ¿Es un 'él' o se sigue tratando del 'otro él'? ¡Quise morirme! ¡En París, pensando en él! ¡O en el otro él! Qui est-il? Qui est-il? Qui est-il?

Quizás él es el resto del otro él, quizás es el otro él perpetuo, lo que queda del otro él.

'Es como un pucho' pensé. 






@PrisUY

sábado, 20 de julio de 2013

Caminos

Con la sed y el agua
con mi fuerza bruta
con el pesar de los años
con el pasar de los días
con el placer de mis labios
a tientas en la noche
o con el Astro Rey como guía
como sea y a pesar de mí
yo te sigo buscando.






@PrisUY

jueves, 18 de julio de 2013

París: el deseo

Que París no me arranque tu nombre
Que París no me arrastre a tu vera
Que París no tenga tus ojos, ni tus labios, ni tu piel
Que París no huela a tu pecho
Que no seas el fluir del Sena
Que París no me descubra pensando en vos.









@PrisUY

Londres

La ciudad, que escupía rascacielos y embotellamientos, le revelaba cada antojo, cada secreto, cada miedo. La identidad era ornamental a sus ojos, y abolió la piel, y fundió el deseo.

Sin haberse percatado, la ciudad la había devorado.

No se anda por la vida con un verbo en los labios: todos bien sabemos que los verbos son propios de las manos.  Pero la ciudad... la ciudad estaba viva.

Ella zigzagueaba clavando su taco aguja entre los adoquines; ella no sabía adónde iba, ella ahora no tenía nombre porque no era más que parte de la ciudad. Una esquina, un parque, una torre y un reloj, una catedral, un puente... y ella.
La ciudad la había anulado.

Ella, su cuerpo, su pecho, sus pechos, sus manos aún sin verbos, su boca, su lengua, el río, los rostros en la arquitectura, él, las ganas, él, la ciudad, el deseo, él, la ciudad, sus pechos, él.

La ciudad la había liberado.






@PrisUY