lunes, 23 de septiembre de 2013

De mis capacidades.

Yo puedo, relativamente fácil, cuando quieras, sin presión ni apuros, poner el alba a tu nombre.
Puedo también, como quien no quiere la cosa y disimuladamente, dejar morir mis labios en los tuyos para siempre.
Puedo yo asimismo, y ojalá vos quieras que yo pueda, ser tu abrigo, tu voz, tu pulso, tu paisaje.

Yo puedo bajar mi guardia, mis escudos, mis defensas y toda mi seguridad emocional en pos de que me creas cuando te digo que yo puedo.

Yo puedo, mi amigo, si sólo me abrieses un poco la puerta y con miedo a que me malinterpretes... ¡qué va! Sin vergüenza alguna ¡yo puedo amarte!

No hay comentarios:

Publicar un comentario