Este pecho en el que ardes consume los versos que te dedico
y decae de a poco tu perfección endulzada, tu nombre empapado de proyectos estériles y cobardes
Sea o no cierto que te amo, me confunde tu pureza eterna
la magia de esos ojos que me miran y condenan, que me despiden y alumbran
Confiado del tiempo, te congela una prórroga que no puedo darte
un espacio maduro, una desidia repetida en cada encuentro forzado: tal vez sea cierto que te amo
Otra vez me fui de tu lado, y otra vez volveré un día de éstos
porque te prefiero indiferente a ausente, compartido a intocable, lejano a perdido.
Tal vez sí sea cierto que te amo.
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